Lobe Huesca La Magia ha comenzado este viernes la pretemporada. Los chicos de Rafa Sanz han completado la primera sesión sobre la pista del Peñas Center con el fin de desenpolvar las piernas e ir cogiendo conceptos del nuevo míster.
Por primera vez en muchos años, el conjunto peñista comienza la pretemporada con la plantilla al completo. Este viernes lo han hecho 12 jugadores a la espera de la última llegada, la de Tomás Chapero, el pívot argentino que viene de jugar el Preolímpico con su selección. Ha aterrizado en Zaragoza este viernes y mañana sábado se incorporará al trabajo.
En total serán seis semanas de pretemporada las que ha programado el cuerpo técnico encabezado por Rafa Sanz. Junto a él estarán Dani González, segundo entrenador; y Carlos Lanaú, preparador físico. A sus órdenes tendrán a una plantilla que rezuma juventud por los cuatro costados, con chavales con mucha proyección que darán oxígeno al juego que pretende hacer Sanz. La dirección deportiva ha confeccionado una escuadra completa, con dos jugadores por puesto.
Los canteranos Francho Lascorz, Pablo Gállego y Djigui Diarra completarán la pretemporada con el primer equipo. Con este último (19 años y 2.10m de estatura) se tiene mucha fe de cara al año que viene. Ahora mismo tiene ficha de filial porque, al no poseer el pasaporte europeo, sólo puede jugar en una categoría. En caso de jugar en Nacional ya no podría hacerlo en Leb Plata. Mientras va cogiendo minutos, la idea es que el curso próximo ya forme parte del primer equipo a todos los efectos.
Tras el entrenamiento, Rafa Sanz ha atendido a los medios informativos para desprender esa "ilusión, ganas y energía" tan necesarias "para construir un proyecto como este". Sabe que hay que "adquirir cierto nivel físico e ir comprendiendo las normas de juego. Será duro, porque por desgracia las competiciones de hoy en día, a estos niveles, duran muy poco y muchos han estado muchos meses sin actividad profesional. Tenemos que hacer un trabajo progresivo, asentando las bases".
El equipo comenzará una mini semana de viernes, sábado y domingo sin contacto, por ceros y sin defensa. A partir de la semana que viene ya se trabajará en una línea más natural de la propia temporada con dobles sesiones. El sábado se disputará el primer amistoso. "Tenemos que controlar la necesidad que tenemos de ponernos físicamente a tono y de intentar que sin tantos meses de actividad nos pase factura".
No será para nada sencillo ensamblar el nuevo engranaje con tanto jugador nuevo. En cualquier caso, Sanz deja claro que "intentaremos hacerlo con ganas". A sus órdenes tiene un equipo "joven que tiene que entender este proyecto para mejorar. Tenemos que conjugar esas ambiciones individuales con esas necesidades colectivas".
Sobre el hecho de empezar con la plantilla al completo, "tenemos la suerte de estar en un club donde hay mucha gente arrimando el hombro. El trabajo que se hace en verano es muy importante. Dentro de nuestras limitaciones económicas, hemos intentado que estoy sea lo más profesional. Qué menos que intentar empezar pareciendo un equipo de baloncesto".
Las primeras horas sobre la pista han servido para dibujar los primeros conceptos: no estar parado y respetar los espacios. Son las máximas del míster, quien ha asegurado que "tenemos que ser activos y no podemos esperar el fallo del rival. Tenemos que ser proactivos y después tenemos que intentar respetar los espacios para encontrar siempre situaciones de uno contra uno". Ha finalizado con una reflexión final: "Si hacemos lo que hacen todos, a lo mejor no nos va bien. Sin creernos unos iluminados, tenemos que intentar hacer cosas diferentes que nos permitan estar un poquito por encima de lo que la lógica nos manda. Hacer cosas que no sean tan previsibles y creo que tenemos unos chavales que lo pueden hacer".