Vibrante comenzó el partido en el Pabellón Municipal de Mollet del Vallés. Desde el primer segundo del duelo ambos equipos comenzaron eléctricos y sentaron las bases de una primera mitad muy movida, divertida y con alternancias en el juego y en el marcador.
N'Guessan ganó el salto inicial y en el primer ataque peñista, Adom anotó un 2+1 para los de Santi Cerdán. Rápida fue la réplica de los catalanes, que pusieron rápido el balón en juego y anotaron a la contra y sin oposición. 20 segundos de partido y ambos conjuntos habían anotado, nervios fuera.
Y dentro de todo el caos con el que se arrancó, el mayor perjudicado fue N'Guessan. En los cinco primeros minutos de partido perdió 3 balones, 2 de ellas con faltas en ataque que lo mandaron rápidamente al banquillo con problemas de personales.
Lo reemplazó en pista Kasanzi y el Peñas comenzó a jugar con 5 pequeños debido a la ausencia de Onuetu, jugador ya cortado por los peñistas y que no ha cumplido con las expectativas puestas en él.
Minutos más tarde, hizo acto de presencia Stosic, ya recuperado de su lesión para hacer de pívot y el equipo lo notó. Tras una pequeña renta en contra, 3 triples peñistas, 2 de Kasanzi y 1 de Lafuente permitieron que los hoy visitantes acabasen el primer acto por delante en el marcador (19-21).
El segundo cuarto empezó con claro dominio local y con los visitantes muy fallones. Un rápido parcial favorable a Mollet obligó a Santi Cerdán a pedir un tiempo muerto con 31-21 en el marcador.
Le cambió la cara a los peñistas el tiempo muerto y por fin empezaron a crecer en ataque gracias a la defensa. García contagió al resto con su intensidad atrás. Mollet ya no conseguía irse en 1 contra 1 y los tiros siempre eran contestados por los oscenses.
Y en ataque se empezó a volar, con un Adom muy resolutivo en las transiciones y con un N'Guessan, ya de vuelta al parquet muy poderoso en el juego en estático.
El marcador al descanso fue de 33-36 favorable al Peñas, y la renta pudo haber sido mayor si no se hubiese perdonado desde el tiro libre. Y si acabó bien la primera mitad, arrancó todavía mejor la segunda.
Los de Santi Cerdán protagonizaron un inicio fulgurante. En los primeros 3 minutos y 30 segundos de tercer cuarto un rápido parcial de 2-9 dió 10 puntos de ventaja a los peñistas (35-45), de la mano de Yarnoz y un muy buen Adom. Pero cuando parecía que el Lobe Huesca quería romper el partido, se apagó la luz. El equipo cortocircuitó.
N'Guessan, faro oscense en muchos momentos de la temporada, se oscureció, y con él buena parte de nuestras opciones de victoria.
Perdió todos los duelos individuales y Mollet, sabedor de la importancia de desconectar al de los Países Bajos, se vino muy arriba. Tan arriba se vino que, sobre la bocina y sin que quedase tiempo para más, Ilincic, un pívot que solo lanza de tres si no queda más remedio, anotó un triple para poner el 56-52 con el que se llegó al último cuarto. Un triple al que, por cierto, N'Guessan ni se acercó a defender en el último segundo de posesión que quedaba.
Los últimos 10 minutos fueron de naufragio ante la zona planteada por el Mollet. Empeñados en buscar a N'Guessan cuando tenía 2 jugadores constantemente, y en ocasiones hasta 3 defensores colgados de sus barbas. Pero cuando se buscaba el tiro exterior, el resultado era todavía peor. Hoy, el porcentaje de tres ha vuelto a ser ridículo.
Y cuando el balón más quemaba, Marc Pagés asumió galones e hizo mucho daño desde el triple para decidir el partido y dar la victoria a su equipo por 72-63.
Nueva derrota de Lobe Huesca La Magia que no consigue la victoria a domicilio, hoy castigado por unos porcentajes indignos para la categoría (27% en triples, 42% en tiros de 2 y 50% en tiros libres).
Cinco inicial: García 9, Adom 14, Yarnoz 3, Lafuente 8 y N'Guessan 13.
Rubín de Celis 3, Kasanzi 6, Colom 5, Stosic 2 y Rodríguez.