Las alcaldesas de Huesca y Zaragoza, Lorena Orduna y Natalia Chueca, viven con alegría y sensación de fiesta su primer derbi en El Alcoraz como primeras ediles de las dos capitales, encantadas del júbilo y deseosas de que la rivalidad no haga olvidar la hermandad entre ambas ciudades.
"Cada una queremos que gane nuestro equipo, pero aceptamos que gane el mejor", asienten prácticamente al alimón. Sobre todo, piden "sintonía y deportividad"
Antes del comienzo del encuentro se mostraban sonrientes y profundamente satisfechas de la etapa de entendimiento entre los dos consistorios.
Para cada una de nosotros es muy importante porque "es un hito para Aragón. Para el deporte de competición y de élite, queremos que ganen nuestros equipos", afirma Orduna. Y replica Chueca: "Deseo encarecidamente que gane el Zaragoza porque estamos trabajando para mejorar nuestro estadio y necesitamos que tenga un buen resultado deportivo". Extiende la trascendencia a todos los aspectos de la ciudad. Y ahí va Orduna: "Para Huesca este partido es muy importante, porque para Huesca, es muy importante, y para la afición. Queremos ganar, pero que las aficiones sobre todo se respeten".
Se retan simpáticamente, pero "esto tiene que ser una fiesta y un espectáculo. El deporte tiene que ser un momento de encuentro".
Finalmente, Chueca mira El Alcoraz y reconoce que "me da envidia este estadio tan bonito, pero estamos en ello en Zaragoza para hacer un estadio que acoja eventos internacionales. El Alcoraz es muy bonito".
Con una importante complicidad, creen que también la cercanía deportiva. "Con grandes eventos, todo lo que sea foco para Zaragoza, llenaríamos espacios en la ciudad, no sólo en el ámbito deportivo, sino también hotelero, cultural y deportivo se note. Juntos somos más fuertes y será una realidad".