Miguel Malo alza la voz. El poder de la capitanía le da derecho a hablar con criterio cuando su equipo, Bada Huesca, se está jugando la vida. Sobre todo después de la última derrota ante Ademar León, un partido que escoció y mucho. Pero no hay tiempo para lamentaciones porque este domingo hay que visitar a Torrelavega, el primer rival a domicilio después de este carrusel de duelos en el Palacio.
"Todavía estamos un poco tristes. Era un partido en el que teníamos que sacar algo positivo. Era el último en el Palacio después de estos tres partidos en casa. Íbamos con la confianza que nos habían dado las sensaciones de los anteriores. Personalmente, un poco triste, dándole vueltas a qué deberíamos haber hecho o qué debería haber hecho para conseguir los puntos. Pero tenemos que pasar página ya", comenta.
Sin duda, el partido ante León estuvo marcado por ese apagón en ataque de 20 minutos. El equipo no fue capaz de anotar y, al final, lo acabó pagando. "La reflexión es que hay que mejorar el ataque. En defensa y portería estamos haciendo grandes partidos: Cuenca, Irún y Ademar. En cambio, el ataque, contra Bidasoa también pasó algo parecido. El otro día contra Ademar, un poco más de tiempo". En la primera vuelta, tanto a nivel individual como colectivo "estábamos jugando en ataque mejor de lo que lo estamos haciendo en estos partidos".
Ahora llega Torrelavega, un rival que está haciendo un temporadón. Es segundo, pero viene de sufrir dos derrotas consecutivas. "Es una final en la que tenemos que sacar algo positivo", aclara el oscense. Sin complejos, Malo añade que "no queda otra tras perder la oportunidad contra León. Hay que recuperarlo como sea. Lo afrontamos así".
El conjunto cántabro perdió el último partido en casa contra Aranda, por lo que ni mucho menos es invencible. Bada Huesca se agarra a eso, a "dar esa sorpresa". Malo recuerda el partido de la ida en el Palacio: "Se nos escapa por mala fortuna y por detalles. Ahora esperamos llevarnos la victoria".
Echa la vista atrás para analizar las carencias que ha tenido el equipo en la primera vuelta: "Nos faltaba fondo de armario". Por suerte, llegaron tres jugadores y eso ha permitido "tener más capacidad de rotación". Además, tanto Drasko como Borragán han aportado "experiencia, que era algo que también nos faltaba". A su vez, Fabricio se está "adaptando cada vez mejor".
Confiesa que Nolasco les transmite que "cada día" es una final. Así se lo toman los jugadores. Restan 12 fechas y a eso hay que agarrarse. Después, ya se verá hasta dónde se llega.
BALONMANO Y MEDICINA
Malo se muestra "contento" en este impás de su vida. Está focalizado al cien por cien en el balonmano y en sacar la situación de su Bada Huesca. Hace dos años que terminó la carrera de medicina, "algo que sigo teniendo muy presente". Hablando del presente, comenta que "esta temporada me apetecía seguir jugando y veremos hasta dónde llega".
Es consciente que es "complicado" compaginar su trabajo con el deporte profesional. "Me he estado preparando estos meses para el examen MIR que hice en enero. Ahora barajo todas las opciones que tengo. Pero no pienso mucho en el futuro, sino en el Bada y en la faena que tenemos, que no es poca".
AFICIÓN
Agradece la labor y el apoyo incondicional de los aficionados. Ante León apretaron de lo lindo en los momentos más críticos. "Por eso me da pena. Se están volcando y lo estamos notando. Animan un montón y, además, la Peña y la familia nos hicieron un recibimiento antes del partido del domingo. No le podemos pedir más. Únicamente que nos sigan animando así porque para nosotros es un jugador más".