Manuel Ollé ha comunicado a la Fundación Alcoraz su cese como presidente. Lo hace porque considera su "misión cumplida", que no era otra que salvar la viabilidad de la Sociedad Deportiva Huesca económica y deportivamente, incorporar una solución definitiva para su sostenibilidad y dejar todo encarrilado hacia el futuro. Después de muchas noches en vela, y con la alegría que le da ver la figura de Agustín Lasaosa al frente, se dedica a su ejercicio de la abogacía, la docencia en la Universidad y la familia.
El letrado barbastrense recuerda aquel inicio de año en el que su predecesor, Petón, dejó la Fundación y le nombró su sucesor, en una situación crítica. "Mi objetivo número uno era que la Sociedad Deportiva Huesca no desapareciera. Su salvación económica, trabajar todas las posibilidades. Tenía claro que el salvavidas tenía que ser local. El Huesca es incompatible con esos inversores mexicanos, chinos o de cualquier lugar del mundo. El ADN del Huesca es distinto al de otras ciudades de la Liga. No entendía el club sin un soporte local, y es lo que estuve buscando en los momentos críticos".
Manuel Ollé siempre se ha reconocido como un aficionado de a pie al que le correspondió enfrentarse a la historia para evitar la fatalidad. "No soy hombre de fútbol ni de empreesa. Yo soy un abogado al que le tocó vivir unos momentos de dificultad extrema con sentimiento de servicio. Viví muchos sinsentidos, infinitas dificultades y problemas, y gente decepcionante, noches sin dormir".
Especialmente clavado en su memoria está aquel momento crítico en agosto de 2024 en que "Pini nos dejó tirados. Crisis total. Y tengo que agradecer el paso adelante de Jorge Costa y de Arqa". Con el fragatino siempre buscó y encontró puentes después del bloqueo que sufrió a finales de 2023 por un puñado de altos directivos del club para su adquisición del Huesca.
Asegura que, desde que lo comunicó a la familia y la universidad, todos le han apoyado y él se ha sentido aliviado. "Volvemos a los orígenes. Tengo ganas de ir a El Alcoraz a mi asiento de socio, a poder gritar y a vivir con la máxima pasión mi afición por el Huesca".
AGUSTÍN ES EL HUESCA
En su camino, se ha encontrado "un hombre extraordinario", que es Agustín Lasaosa. Cuando le conoció, en medio del barrizal de la Oikos, luego fue feliz cuando la causa quedó sobreseída y finalmente con su acceso a la Presidencia que siempre contempló el jurista. Y no quiere irse sin significar que "no sólo es una persona de una integridad admirable, sino que es amado por la afición porque es la figura clave de este Huesca. Es imprescindible. Representa los mejores valores de la Sociedad Deportiva Huesca. Hay que cuidar a Agustín y aprovechar toda su sabiduría".
"Deseo toda la mejor suerte del mundo a los patronos que se quedan, al nuevo presidente que venga y a todos los administradores de la Sociedad Deportiva Huesca. Estoy seguro de que su Junta Directiva hará lo mejor para el Huesca".
Aunque su hoja de servicios refleja, a los ojos de gran parte de la familia azulgrana, en el pie de las calificaciones un sobresaliente, Manuel Ollé quiere dejar un mensaje que nada tiene de estético. "Quiero pedir disculpas a la afición y al club por mis errores seguros y probables. De los que soy consciente, que los hay porque en el cúmulo de decisiones siempre hay alguna de no adoptas con la rotundidad precisa, y de los que no. Siempre amaré a este club y estaré a su disposición".
De hecho, este domingo despedirá esta etapa en El Alcoraz, con su Huesca, con la afición, con el Huesca de todos.