El Club Baloncesto Peñas se halla en una encrucijada. En el estreno de la categoría LEB Plata, tras años en el Oro, la directiva que preside Antonio Orús soporta no sólo la decepción por la última temporada, sino la responsabilidad que asume con tanto entusiasmo como preocupación. Un nuevo proyecto y una llamada a las instituciones y a las empresas para recuperar uno de los símbolos de la capital y la provincia. Para recobrar aquella magia que tanto trascendió.
Señor presidente, ¿en qué punto de la curva de la resiliencia está el Club Baloncesto Peñas?
Siempre hemos dicho que en el ADN peñista está la capacidad de sufrimiento y de sobreponerse a las adversidades. Sin embargo, venimos de dos años muy duros, en los que hemos tenido que afrontar las consecuencias de una crisis económica provocada por diversos factores que hacen que, ahora mismo, estemos al límite.
Tras el batacazo del descenso, ¿en qué punto se encuentra el estado de ánimo de sus directivos?
Afortunadamente las personas que formamos parte de la Junta Directiva del club nos llevamos muy bien y somos unos amantes del baloncesto de toda la vida. Tenemos cuerda todavía, y así creo que lo estamos demostrando, aunque sí es cierto que cada día nos cuesta más.
Aunque no se viva de añoranzas, ¿el recuerdo de las épocas gloriosas ha de ser un acicate para una confabulación de toda la ciudad?
Siempre se ha dicho que “Huesca es una ciudad de baloncesto”. Yo creo, firmemente, que así es. Todo en la vida tiene momentos buenos y momentos malos, pero considero que es justamente ahora cuando hay que demostrar si queremos que lo siga siendo o no. Evidentemente no podemos competir con otros deportes que, ahora mismo, están en auge, pero sí creo que debemos tratar de proteger aquello que nos caracteriza y nos ha hecho ser especiales. El deporte (y más concretamente, el baloncesto) ha sido “santo y seña” del oscense desde hace muchos años, y así tiene que seguir siendo.
¿Sienten que el abandono de las fuerzas vivas es un riesgo para la supervivencia?
Absolutamente. Sin ellos no somos nada, ni lo seremos jamás.
Es una paradoja. Están en Plata y sin plata. ¿Se busca patrocinador y respaldo institucional?
Ahora mismo es nuestra mayor tarea. El club tiene que contar con el apoyo tanto de las instituciones como de las empresas privadas. En este sentido, las instituciones están, a pesar de que hayan dado un pequeño paso atrás. Y tienen que seguir estando ya que considero que deben proteger aquello que nos caracteriza y diferencia del resto de poblaciones, aquello que nos hace diferentes y que llama la atención de terceros extraños. Pero también es muy importante que las empresas de aquí, las que han formado y hecho crecer gente de Huesca, apoyen también al Peñas y así protejan lo nuestro, lo de todos, y no dejen morir poco a poco a proyectos que dan vida a un territorio vaciado.
Tenían un plan A y ahora están abocados al B. ¿Cuál es la base de la recuperación?
La base de la recuperación es la de recuperar los ingresos, la de contar con personas que ayuden al club en el día a día. Cada vez somos menos y cada vez nos cuesta más.
¿Por qué si Huesca respira baloncesto no hay un respaldo más directo?
Considero que es consecuencia de un cambio social que ha vivido la ciudad. El fútbol profesional ha arrasado con todo, con las empresas, con los aficionados, con la atención de los medios. Es un fenómeno socioeconómico que ha provocado cambios drásticos en el resto de ámbitos de la ciudad. Además, las sucesivas crisis económicas que hemos vivido en estos 22 años de siglo XXI tampoco han ayudado. A pesar de todo, pienso que todavía tenemos margen para dar la vuelta a esta situación adversa, para que savia nueva entre en el club y nos ayude a levantarlo.
¿El nuevo entrenador es una declaración de intenciones?
La oportunidad que el club le ha dado a Santi Cerdán no es sino consecuencia de su trabajo y buen hacer. Santi se merecía esta oportunidad, y tarde o temprano debía dar el salto.
¿Cómo están planificando la temporada?
Con dificultad. Además de las propias intrínsecas a nuestro ámbito tenemos otras añadidas de los malos resultados económicos que hemos experimentado en los últimos años. Necesitamos más apoyo en el día a día.
¿No podrían poner un Marc Gasol en su vida, pongamos por ejemplo su hermano Pau?
Sería fantástico. Ahora mismo es lo mejor que le podría pasar al club, un mecenas o un “San Jorge” que se presentara para ayudarnos a ganar la batalla contra la mala situación económica. Tenemos buenos mimbres, una cantera que funciona y una afición fiel. Nos hace falta un empresario o grupo de empresarios que amen al club y que no quieran que “aquel sueño de una noche de verano” termine por desaparecer.
¿Podría ser efectivo un cine-fórum con las grandes gestas del Club Baloncesto Peñas?
Por supuesto. Seríamos muchos quienes estaríamos en primera fila.
A pesar de todo, ¿es optimista? ¿Saldrá el sol? ¿Cómo lo imagina?
De una forma u otra, el sol va a salir. Y cuando lo haga, mi Junta y yo mismo seremos las personas más felices del universo. Huesca se lo merece, y el Club más.