Se está quitando una espina tras su paso por Vallecas y por Huesca. Es Míchel Sánchez, entrenador del actual colíder de LaLiga EA Sports. Con su Girona están dando mucho que hablar en este primer tramo liguero y es que el entrenador madrileño está causando sensación, no sólo por los resultados cosechados, sino por su manera de jugar.
En una entrevista concedida a LaLiga, ha recordado su paso por la capital altoaragonesa después de estar en el Rayo Vallecano. Precisamente subraya que con el equipo madrileño, en Segunda, "teníamos un equipazo y ascendimos quedando campeones. Quieres trasladar lo que has hecho en Segunda pero hay veces que no te da. Ahí no era el mejor entrenador para adaptarme a cómo defender a ciertos equipos, a no tener el balón y atacar ciertos espacios...", explica. "Eso me pilló un poco de nuevas y cuando me echan empiezo a trabajar y me voy a ver al Cholo entrenar, a Iriondo...".
Cuando llegó a Huesca, comenta, "fue un poco temprana pero ya tenía más control de todo". Sobre la temporada en Primera División (2020/21) en la que fue destituido poco después de Navidad tras 18 jornadas al perder con el Real Betis, analiza que, en las primeras ocho jornadas, empataron siete y perdieron uno. Su memoria le juega en este caso una mala pasada porque el dato real es que en las seis primeras jornadas empataron cinco y perdieron uno. En cualquier caso, lo recuerda para decir que "vamos a Villarreal, somos muy superiores y empatamos a uno. Jugamos con el Atlético de Madrid y empatamos en casa. Al Eibar le empatamos en casa y fuimos muy superiores. Vamos a Granada, ganamos 1-3 y nos marcan dos goles en el descuento. Son cosas que se salen un poco de...".
Sobre el proyecto como tal, subraya que, en cualquier caso, los resultados "penalizan". "Me encontré un poco solo a la hora de seguir apostando por mi idea. Es como chocarte como una pared porque si al jugador le generas la grieta para que se escape, el jugador se puede escapar. Aquí -en Girona- es todo lo contrario porque cuando las cosas no iban bien doblaron la apuesta. Tengo la sensación de que en Huesca hubo grietas".
En cualquier caso, incide, "me notaba preparado para estar en Huesca porque noté que controlaba más la fase defensiva y los partidos. Sabía cómo mi equipo podía ser competitivo, pero al final me destituyen también, igual que en el Rayo".