Miguel Malo se ha despedido este martes de Bada Huesca en un acto breve pero emotivo que ha tenido lugar en el Hotel Abba. El jugador oscense emprende un nuevo camino lejos de Huesca, su ciudad, la que le ha visto crecer y asentarse en el balonmano profesional defendiendo sus colores, para seguir creciendo en la rama de la medicina.
Tras una emotiva carta en la que se ha acordado de todas las personas importantes a lo largo de este camino, ha comentado que "quería seguir jugando, hice el examen MIR y veía qué hospitales eran los mejores para formarme. Hablando con los clubes y sabiendo al situación… esa es la idea. Veremos si sale bien y hasta qué nivel puedo compaginarlo. No es momento de decir el equipo al que voy".
Su último deseo como jugador de Bada Huesca es lograr la salvación. "Ojalá nos quedemos en Asobal. Para mi sería muy duro despedirme de aquí con un descenso. Creo que lo vamos a conseguir empezando este domingo. Vamos a poner la primera piedra", subrayaba.
Malo, ante sus compañeros de equipo, familiares, directiva y cuerpo técnico, ha querido dedicar unas palabras repasando su trayectoria. "Es un día importante lleno de emociones. Es la despedida del club de mi vida", decía. "Llevo compaginando mis dos pasiones como son el balonmano y la medicina, algo que me hace sentir muy orgulloso".
Se ha acordado de Juan Carlos Escribano: "Nos dio una pelota de balonmano a su hijo y a mi en el Pedro J. Rubio. Ojalá pudiera estar aquí; te echamos de menos". También de Fernando de Andrés y el resto de entrenador con los que aprendió. "Gracias a José Nolasco y Fer Pérez por formarme como jugador y persona. Todo el cuerpo técnico. Gracias a toda la directiva, que te tiende la mano. Néstor Oliva, gran culpable de que crezca la cantera y que aumente la masa social. Gracias a los medios. Gracias a la Peña Orgullo de Huesca. Gracias a todos los compañeros de vestuario. Hemos compartido momentos increíbles y me llevo amigos. Gracias a mi familia. Ha sido un placer jugar cada 15 días en esta grada".

Malo quiere que, a partir de mañana, se piense en el partido del domingo ante Puente Genil. "Mi despedida puede ser muy bonita si conseguimos el objetivo, que seguro será así. Estamos viviendo unas semanas muy intensas, nos jugamos la vida y se requiere el cien por cien".
El oscense comenzó con 8 años en el club. Poco a poco fue creciendo viendo al equipo desde la grada. Vivió esa fase de ascenso y los primeros años en Asobal. "Yo lo veía como un sueño el hecho de poder jugar ahí. Ha sido un camino duro, pensaba que al final no llegaba y no merecía la pena. Pero todo lo que ha venido después ha sido espectacular".
También echa la vista atrás para resaltar ese Campeonato de Aragón del equipo juvenil, algo "importante para nosotros y para el club. Era la primera vez que se conseguía y fue un punto de inflexión. El ascenso a Primera con el equipo, el debut contra el Barça aquí en casa... Ojalá mi mejor momento esté por llegar dentro de dos semanas".
Recordaba también los infinitos viajes en el autobús con apuntes, estudiando para los exámenes de la carrera. "Yo animo a todas las personas. Cuando empecé la carrera no pensaba que iba a ser capitán del primer equipo. Ha sido bonito. Es un hasta pronto. Bada Huesca siempre va a ser mi club porque me lo ha dado todo".
El presidente, Pachi Giné, también ha querido dedicarle unas palabras emotivas: "Tiene su componente triste. Existe también una alegría porque se abre otro camino. Lo que pueda opinar de Miguel es subjetivo porque la relación es estrecha. Siempre le he dicho que se lo ha ganado él. Realmente tiene mucho valor lo que ha hecho. Ser profeta en tu tierra es complicado, pero lo ha conseguido. No le voy a decir que esta será siempre su casa porque realmente es su casa".
Finalmente, su entrenador, José Nolasco, ha resaltado que Miguel "va a ser historia y entrará dentro de la historia de Balonmano Huesca con apenas 25 años. Eso es muy complicado y el único mérito es de Miguel".