José Francisco Nolasco, el jugador Ignacio Suárez y el propietario de Zerimar, Daniel Ramírez (a la sazón directivo del club) han presentado el encuentro que disputará el sábado Bada Huesca ante Sinfín, una conjura por la segunda victoria consecutiva para coger confianza después de algunos traspiés en los minutos postreros. El técnico no quiere mirar atrás. "Siempre hacemos las cábalas de tener dos puntos más o ganamos aquí... Siempre está en el ADN. No comprendería que un deportista o yo no pensáramos siempre en victoria. Lo que ocurre es que el otro equipo también lo hace. Pero nuestro objetivo en casa es sumar, ganarle a equipos que en tu composición mental tienes que dejar atrás".
El equipo está todavía en fase de engranaje porque son muchos los efectivos nuevos en la plantilla del Balonmano Huesca. "Todo hay que educarlo. Tenemos muchos jugadores jóvenes que son impulsivos, quieren más, y han de saber que existen riesgos. Actúan por impulsos, menos por cabeza. Lo que hay que ir trabajando es la importancia que tiene tener un balón, mirar al marcador y saber cómo estamos, si estamos en ataque o defensa, y mirar a largo plazo. Saber que, si ganamos éste, tenemos no sé cuanto y tenemos que conseguir no solo una victoria, sino agradar y tener menos errores. Estamos en ese concepto de equipo que se entrena de forma mental".
Evalúa y valora al rival de ese sábado, el Sinfín. "Ha cambiado el entrenador, el equipo está evolucionando. Garabaya está gestionando un equipo que parecía limitado pero lo está haciendo muy bien, con jugadores que están dando un rendimiento muy alto. Hay jugadores que también serían importantes en otros equipos. Están haciéndolo francamente bien. En su casa, han ganado a Benidorm, que es un equipo complicado, han empatado con Anaita que nosotros no supimos hacerlo, le han ganado a Logroño que nosotros no supimos hacerlo, han perdido contra Cisne... Hay que saberle jugar de ciertas formas y, si no lo hacemos, no nos van a pasar por encima pero nos ganarán".
Equilibrio y regularidad es la receta de José Nolasco, que rehúsa el concepto de falta de relajación. "Con recordar qué es lo que ha pasado, ellos se activan. No creo que ningún jugador salga relajado al principio. Lo que pasa es que te puede sorprender que el ritmo que tú tienes en tu cabeza de cómo tienes que jugar sea uno y el equipo contrario meta otra energía superior a la tuya y te ves un poco sorprendido. Una cosa es entrenar cosas para el equipo contrario y otra enfrentarte al contrario que es todo novedoso, sobre todo al inicio. Es muy importante salir con una energía muy elevada para que no te sorprenda. Nosotros muchas de las veces no salimos con esa energía o sí salimos pero nos acomodamos".
Cuestión de mentalidad y de ir incorporando experiencias. Pero Nolasco está esperanzado. "Me quedo con que el equipo es capaz de reaccionar. Que el equipo va perdiendo de nueve y le deja un parcial de 5-0 al Barça. Juega contra Cisne y es capaz de remontar, y contra Anaita. Muchos de los jugadores que disputan más minutos son noveles en la categoría y en los conceptos que estamos aplicando. Entonces, todo eso en esta primera vuelta es un compendio que hace que se complique todo. Pero cada vez estamos mejorando eso para que no se repita o se repita lo menos posible".
Aunque los porteros han sido felizmente decisivos en las victorias, se queda con el cómputo global. "Los tres partidos que hemos ganado siempre han salido destacados la portería. Pero a nivel defensivo implica mucho ese tipo de ayudas y por supuesto el no perder balones. Tú puedes defender de maravilla pero si arriba pierdes balones... Los que habéis visto balonmano sabéis lo complicado que es para un portero salvar una situación a seis metros delante del portero, pero nuestros porteros lo han hecho. Nuestra máxima intención es ser lo más bloque posible y no dar ventajas de nada a nadie. Para que haya un equilibrio portería, defensa, ataque".
Por su parte, el central Ignacio Suárez ha explicado su magnífica adaptación al club y a la ciudad. "Estoy encantado en Huesca, es una ciudad muy cómoda. Y con el equipo voy poco a poco, cogiendo conceptos y ordenándolos. Cogiendo confianza". Está convencido de que irá creciendo por el perfil del conjunto y del técnico. "Tenemos un juego rápido que me viene bien, con acciones combinativas que se adaptan a mi juego explosivo".
Confiado por la victoria de la última jornada, representa "una mezcla de liberar presión, tranquilidad y nos va a permitir trabajar sobre ella". Su balance hasta ahora es muy positivo. "El salto que he vivido es grande. La calidad de los jugadores. Si los jugadores individualmente son buenos, colectivamente son muy buenos". En todo caso, reconoce que hace falta estar concentrados más minutos porque "falta cohesión grupal y confianza individual que harán que el grupo mejore y vaya en la misma dirección".