Francisco Portillo se ha presentado con la camiseta de la Sociedad Deportiva Huesca prometiendo compromiso, experiencia e integración en un proyecto en el que va a poner "todas las ganas del mundo".
El delantero malagueño ha sido introducido por Ángel Martín González, en este caso con mayor prodigalidad verbal de la habitual probablemente porque lo conoce de los tiempos que coincidieron en Getafe: "Os va a encantar. Es tan buen futbolista que puede jugar en las tres medias puntas o de centrocampista, porque su calidad nos va a dar un plus". Ha fichado por un año con posibilidad de prolongación de otro. "Nos va a hacer felices a todos".
Portillo, que ha rehuido sus cinco ascensos "porque no nos haríamos ningún bien ni yo ni el equipo", ha afirmado que contactó con él el Huesca hace dos semanas, habló con Martín González y con Sergi Guilló y lo trató con su familia. "Me ofrecieron estabilidad", que, a su edad, no es poco. "Valoro mucho que me quieran, el hecho de sentirte importante y valorado".
Francisco Portillo no quiere mirar atrás a pesar de una trayectoria por la que se siente "agradecido", básicamente porque en su mentalidad "Portillo viene a competir, a ser uno más, a aportar su experiencia con todas las ganas del mundo".
El atacante ha encontrado, en sus primeras horas, "un grupo bueno, con gente joven y con los veteranos que arropan a los jóvenes. Me gusta lo que veo. Los jóvenes tienen hambre que se mezcla con la sabiduría de los veteranos".
Ha reconocido que, desde su perspectiva de visitante hasta ahora, El Alcoraz es un contratiempo para los rivales porque la afición ayuda a su equipo. Al público le garantiza que va a "trabajar para mejorar día a día, para ayudar a mis compañeros".
Ha concluido el delantero andaluz que, en general, es "feliz jugando, y donde más en las tres partes de arriba, por ambas bandas y el centro, y también más retrasado. Soy un juugador que necesita tener la pelota para estar cómodo". Pues hágase, que la tenga hasta el éxito final.