Los oscenses Silvia Ferrer y Javier Escario, este último de Ibieca y ambos luciendo el maillot del Club Ciclista Oscense-Huesca La Magia, han visto frustrado el reto que se habían marcado para realizar la prueba cicloturista Londres-Edimburgo-Londres, con un recorrido de 1.537 kilómetros en un tiempo máximo de 128 horas. La carrera fue neutralizada el lunes por la organización en la localidad de Malton, en el kilómetro 373, debido a las infernales condiciones meteorológicas que había y una previsión que convertía en misión imposible seguir el camino.
"La mala suerte nos perseguía desde antes de la prueba. Todo eran inconvenientes, trabas...un verdadero despropósito porque de antemano iba saliendo mal desde el primer momento. Y es eso de que piensas que cuando te pones a pedalear puede cambiar la suerte. O al revés, que es lo que ha pasado, aunque por el mal tiempo", ha señalado Silvia Ferrer a EL DIARIO DE HUESCA.
El caso es que "sí o sí" los dos ciclistas mantuvieron firme su empeño a pesar de tantas adversidades. Viajaron en autocaravana hasta Calais, donde pasaron a Inglaterra por el Eurotunel con destino a Writtel, una población a 18 kilómetros de Londres, que era uno de los dos puntos de salida que se ofrecían a los 2.000 participantes.
El domingo a la una y cuarto de la tarde empezaron a pedalear y llegaron al primer control, kilómetro 90, en Northswoe. Todo normal, al igual que los siguientes puntos de paso previstos: Boston en el kilómetro 193, Louth en el 248 y poco después Hessle, kilómetro 305, para después llegar a Malton, el fatídico kilómetro 373.
El tramo entre Boston y Malton, comenta Silvia Ferrer, fue un verdadero infierno. Un viento huracanado, lluvia que apenas permitía la visibilidad, una carretera muy empinada... hasta que el sol apareció a falta de 15 kilómetros de llegar a Malton. Eso sí, con un fortísimo viento con el que "nos resultaba dificilísimo sostenernos sobre la bici".
Una vez en Malton, en un Pabellón en el que estaban unos 700 ciclistas (el resto había podido llegar a Richmond (kilómetro 467) -entre ellos dos zaragozanos con los que tienen amistad-, les anunciaron desde el escenario que la carrera estaba paralizada porque las previsiones del tiempo así lo indicaban y sobre todo los vientos huracanados que llegaban. Estuvieron confinados y esperando por si cambiaba el parte de la meteo, pero a las seis de la tarde se hizo oficial la suspensión definitiva.
Así que este martes había que empezar a desandar el camino andado y a recular para poner rumbo a Londres por el mismo trazado por el que habían ido pero en sentido inverso. Los organizadores mantienen los puntos de descanso y avituallamientos para los ciclistas y ahora la expedición -en la que también se encuentran el mallorquín Xisco y el donostiarra Iñaki, con quienes han trabado amistad desde la salida- se encuentra en Louth.
Este miércoles tienen previsto un trayecto de 100 kilómetros de Boston a Northswoe, el jueves irán de Henham a a Writtel (otros 100 kilómetros) y el viernes arribarán a Londres para hacer turismo a lomos de sus bicicletas.
El sábado se pondrán ya camino de Huesca a las siete de la mañana para llegar en plenas fiestas a última hora de la noche, "para disfrutar de la verbena", apunta Silvia Ferrer, que al día siguiente no se quiere perder la primera actuación de los Danzantes.
A pesar de todo, y sin perder la sonrisa, "da rabia porque llevábamos tiempo planificando esta prueba, pero la seguridad es lo primero". Consideran los ciclistas que "la experiencia ha sido buena, el ambiente que hay aquí es una pasada porque este mundo es diferente, con una filosofía muy distinta, y solo se celebra cada cuatro años".
Silvia Ferrer ya vivió una experiencia similar hace un par de años con su puesta de largo exitosa en la París-Brest-París siendo la primera mujer aragonesa en completar el recorrido. Ya está pensando en repetir en tierras francesas dentro de dos años pero ya echa una mirada al próximo 2026 donde los ojos le hacen chirivitas tras comentarle Miguel Ramón Cored que en Italia hay una cicloturista de 1.500 kilómetros que tiene buena pinta. "De momento, vamos a acabar esto, pero nos hemos quedado con las ganas de hacer una de 1.500", concluye.