La Operación Oikos no sólo entró de lleno en las oficinas de la SD Huesca, sino que también salpicó a otras muchas personas relacionadas con el mundo del fútbol. Tras las múltiples reacciones en el entorno azulgrana, otros acusados como Carlos Aranda o Borja Fernández han alzado la voz una vez conocido el punto y final del caso.
A través de su cuenta de X (@BorjaFF), quien fuera jugador del Real Valladolid, Borja Fernández, ha realizado unas declaraciones contundentes en no más de tres tuits. "Policía, de manera extraoficial, me dijeron en su momento que el caso estaba muerto. A mí me detienen y me montan todo ese escándalo para ver si sé algo y les salvo la investigación. -"¿Y si no sé nada?", -"Si no sabes nada, pues mala suerte". Gracias", expone Fernández.
El propio futbolista recuerda que "después de haber entrado a mi casa de manera ilegal, de manipular el informe policial, de joderme la vida y manchar mi nombre, de hacer sufrir a mi familia y amigos SIN NINGUNA PRUEBA Y CON UNOS INDICIOS INVENTADOS, con unos JUECES CÓMPLICES que no se atreven a hacer pagar a esa unidad de la UDEF lo que hicieron contra un ciudadano, recibo la noticia de que cierran el caso. Pues eso, SOIS UNOS MIERDAS. Gracias por joderme lo labrado. A veces, los libros de mi cuñado me inspiran y dan ideas; luego regreso a la realidad. PECES".
Por otro lado, el exfutbolista malagueño Carlos Aranda, que también fue detenido por el supuesto amaño de partidos de fútbol, ha hablado para Relevo y recuerda su detención y su paso por la cárcel de Zuera.
Una vez conocida la noticia, en declaraciones a dicho medio recuerda lo que sucedió en el momento de la detención: "Entran en mi casa veinte tíos con metralleta, con pistola, apuntándome como si yo fuera un asesino. Mi mujer en la cama desnuda y digo: 'Pero esto qué coño es?' Si se supone que me hacéis una entrada por apuestas, ¿qué se supone que tengo en mi casa, un arsenal de armas o qué?".
Después de eso, añade que pasaron por varias comisarías de Zaragoza. "Lo único que recuerdo de eso es una mala experiencia, porque no nos trataron bien. Me metieron en una comisaría aquí aislado, de aquí me llevaron hasta Zaragoza en un coche, esposado dentro del coche, me metieron en una comisaría, que menos mal que me sacaron de ahí y me llevaron a otra. Y el daño que nos han hecho a las familias. Ya a mí que me hagan lo que quieran, ¿pero a mi familia? Salir en la tele, en Telecinco cada dos por tres".