Pablo Gállego, todo "corazón"

El futbolista analiza una etapa "muy positiva" en Hong Kong mientras disfruta de su familia en Huesca; "un pilar fundamental"

Adrián Mora
Periodista
24 de Mayo de 2023
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Pablo Gállego, sonriente, en la Plaza Luis López Allué. Foto: Adrián Mora
Pablo Gállego, sonriente, en la Plaza Luis López Allué. Foto: Adrián Mora

Es imposible pasear con él por las calles de Huesca sin detener el paso prácticamente en cada metro. Lógico. Es el oscense más internacional. Pablo Gállego ya pisa su casa, esa que abandera con tanto orgullo en cada país que disfruta de su fútbol. Una nueva aventura comenzó a principios de año, esta vez en Hong Kong. El país asiático le ha acogido con los brazos abiertos y él se ha entregado en cuerpo y alma. Esa que tanto le pone en cada acción sobre el verde, porque tiene un lema muy claro: "Tienes que dejarte guiar por el corazón".

Aterrizó la semana pasada. La liga regular en China es breve, pues apenas se disputan 20 partidos, aunque después se juegan tres copas. "La verdad que he pasado un torneo muy bueno. Es una liga que me ha sorprendido bastante. Estoy contento por la confianza que me dio Joan Esteva, el entrenador español que está allí y que en su día entrenó al Castellón. Ha sido una temporada buena aunque no hayamos conseguido los objetivos marcados, pero a nivel de estilo de juego e individual, he estado nominado a mejor jugador de la liga, que estando tan poco tiempo, siempre es un logro. Me lo tomo con filosofía y sabiendo que me lo he pasado bien. He disfrutado", asevera.

Analiza el fútbol asiático tras cinco meses de aprendizaje. "Tiene muy buena materia prima, mucha disciplina y mucha velocidad, pero en la creatividad y la toma de decisiones les cuesta un poco más". Reconoce que le ha "sorprendido y me ha gustado". Al fin y al cabo, es una nueva experiencia; "ya llevo tantas que intento buscar el lado positivo y para mí esta lo ha sido. Venía de otros países y es un cambio súper radical".

Interrumpe la conversación en pleno centro de la ciudad porque se encuentra con Nati. "Siempre me hace ilusión estar con mis personas queridas". Nati, que lo cuidó cuando era pequeño, es como si fuera de su familia y Pablo le muestra su cariño con un sentido abrazo cuando se despide de ella. Sucede exactamente lo mismo minutos después, cuando se encuentra con su madre. "Es momento de desconectar y de romper una rutina. Tengo un montón de amistades aquí, como Manu Tena, que lo quiero mucho y tengo pendiente verlo. Lo importante es aprovechar el tiempo".

El verano pasado fue desde Islandia a Nicaragua y no pudo volver a Huesca. "Me gusta pasear y valorar lo que he coseguido, porque para conseguir algo tienes que renunciar a otras cosas y no es fácil. Es complicado y a veces tienes que dejar cosas por el camino. Tienes que tener la disciplina para tener claro qué es lo que quieres y cómo lo vas a conseguir", subraya. Enseña su tatuaje que luce con orgullo en el brazo izquierdo; es una imagen suya, de pequeño, en el paseo Ramón y Cajal junto a una pelota. "Amo el fútbol y siempre mantengo esa ilusión, me acuerdo del Pablo niño, y me hace estar orgulloso. La base para mí es conseguir nuevas marcas personales".

El idioma en Hong Kong no ha sido un problema. El entrenador es español y convive con varios compañeros hispanohablantes. El inglés es común allí y con eso se defiende ante el chino cantonés propio de allí, que no mandarín. Gállego no esconde su deseo de aprender más en caso de volver. En cuanto a la comida, asevera que le ha "sorprendido" la ternera y la carne en general. "Aquí estamos acostumbrados a un tipo de comida china, pero la que yo vi en Hong Kong tiene mucha más variedad y más sabores. He disfrutado mucho también con la comida, incluso me ha empezado a gustar el picante y todo. Imagínate".

Antes de marchar a China, tuvo ofertas de algún equipo de 1ªRFEF que ahora está peleando por la salvación. "Me lo estuve pensando, pero me dí cuenta que no era el paso que buscaba en ese momento para mi carrera. Me apetecía irme a Emiratos Árabes o agarrar una experiencia como la de Hong Kong y no me arrepiento. El fútbol son experiencias y la vida es muy corta. Tienes que dejarte guiar también por el corazón cuando la oferta económica no es muy grande. Si te has equivocado, el fútbol es así. Igual que en la vida. A veces crees que estás haciendo lo correcto y no surte el efecto que quieres. Tengo la conciencia tranquila y no cierro las puertas a volver a Hong Kong, ni mucho menos".

Tristemente, las circunstancias han hecho que se perdiera los funerales de sus dos abuelos. "Paco -ese que también lleva impregnado con tinta en su piel-, que lo quiero mucho, falleció en junio y no pude ir al entierro. Por eso, venir a Huesca y aprovechar con la familia es algo fundamental para mí. Es un pilar fundamental que te da la fuerza para seguir hacia adelante". Salió muy joven de la ciudad, con apenas 14 años, y puso rumbo a la cantera del Real Zaragoza. Dejó el Peñas para irse a la cantera maña y después regresó al Huesca para jugar en División de Honor a las órdenes de Quique García y Robert García Toral. Incluso tuvo la oportunidad de entrenar con el primer equipo y disputar la Copa del Rey. "Para mí fue un punto de inflexión que un jugador como Robert, que venía de retirarse y ser capitán del Huesca, que viera algo especial en mí. Él realmente creyó en mí porque decía que podía jugar en el primer equipo. Para mí fue muy importante que un excapitán pensara y creyera eso".

A raíz de esto sale el tema del "talento altoaragonés", ese que tanto se ha puesto en entredicho en los últimos años. "Siendo de Huesca, si alguien llegaba a Tercera, ya lo veía como a lo máximo que podía aspirar. Ibas a El Alcoraz y, como mucho, había alguno de Zaragoza, pero de Huesca ninguno. Ahora ha cambiado mucho el panorama". Y pone el ejemplo de una canción: Yo vengo de un lugar donde decían que triunfar era imposible. "Realmente, cuando yo era pequeño, eso era así. Jugar en el Peñas en Tercera, o en Sariñena, eso era ser un crack".

Ahora da las gracias de tener una estructura profesional en su ciudad. La SD Huesca tiene ahora "referentes" como Manu Rico o Anglada, "algo que antes no había, porque el que debutaba, al año siguiente lo mandaban cedido al Barbastro. Valentino, que le hicieron ficha un año y no jugó ni un minuto, solo debutó dos años antes. Ha cambiado todo mucho. Estoy contento y orgulloso de que se esté valorando el talento altoaragonés. Antes éramos unos cazurros y pensábamos que no éramos lo suficientemente buenos". Se acueda del montisonense Roberto Martín, o el oscense Dani Calvo, Toni Gabarre y otros muchos más.

Vuelve a nombrar "el corazón", y es que Gállego no entiende la vida sin esa pasión. Hay personas -apunta- que "pueden entender que he dado muchos saltos, pero los he dado con el corazón. Estaba en una posición económica muy tranquila y en un equipo campeón en Nicaragua, podría haberle dado continuidad pero salí de mi zona de confort para intentar conquistar otro mercado". Eso es lo que le ha hecho moverse pese a tener contratos encima de la mesa de dos años de duración. "Nunca lo he hecho. Sé que soy inquieto y tengo la capacidad de adaptabilidad".

El deseo de volver a ser internacional con Nicaragua

Aunque ya ha vestido la camiseta de la selección de Nicaragua, sabe que ahora mismo no es sencillo volver. El actual seleccionador, Marco Antonio Figueroa, no llama a jugadores nacionalizados, de hecho, lo ha comunicado abiertamente. "Un compañero mío como es Ríchard Rodríguez ayer mismo presentó su renuncia a la selección porque se siente discriminado. Yo no me cierro puertas, quiero representar a la selección pero yo me lo tomo con ilusión. Sigo siendo nicaragüense y muy orgullosamente. He tenido una etapa muy exitosa y amo a Nicaragua. Lo amo con todo mi corazón".

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