En las últimas semanas el Club Deportivo Binéfar ha perdido a dos figuras históricas, el ex presidente Paco Águeda y el ex jugador y delegado del equipo Paco López.
Paco Águeda falleció a los 89 años en su localidad natal de Berlanda del Duero (Soria). Presidió al club celeste durante 15 años, en el periodo 1974-1989. Una década y media que solo ha igualado Javier García (1990-2005), que ya ejerció labores directivas con Águeda como portavoz y relaciones públicas, y que el actual mandatario, José Luis Arcas, va camino de igualar ya que suma 13 años en el cargo, al que accedió en 2012.
Cuando Paco Águeda cogió las riendas del Binéfar, el equipo militaba en Primera Regional Preferente, incluso llegó a descender a Primera Regional, y cogió "vuelo" al llegar a Tercera División en la temporada 79-80. Era un hombre con aspiraciones ambiciosas y en el curso 81-82 llegó la "explosión" del equipo con el ascenso a Segunda B tras superar en las eliminatorias de ascenso al Salmantino y al Orense, con Manolo Carreño como entrenador y un bloque de futbolistas maravillosos, que tuvieron continuidad, y que contaban con el liderazgo del "Tato" Abadía, que triunfó posteriormente en el Logroñés y el Atlético Madrid.
Cuatro temporadas encadenó el Binéfar en Segunda B y, tras bajar a Tercera División de forma accidental -una reestructuración tremenda que se llevó por delante a muchos equipos-, la entidad celeste volvió a subir a Segunda B, también con Águeda en la presidencia, en la 88-89, la que fue su última temporada en el club.

Al conocer su muerte se han oído voces de jugadores relevantes en aquella primera etapa "dorada" del Binéfar, como Antonio Salvatierra, al que el Binéfar "rescató" para su causa después de rescindir contrato con el Jaén. "Solo tengo palabras de elogio hacia Paco Águeda. Siempre fue un hombre comedido y conmigo, personalmente, tuvo un excelente comportamiento. No era el clásico presidente que sabe más de fútbol que el entrenador".
Curiosa es también la historia del fichaje que hizo Paco Águeda de José Luis Toa. El laluecino se fue del Huesca con una lesión que prácticamente le había "condenado" a dejar el fútbol y marchó a la mili a Granada. Un buen día, estamos en 1982, recibió una llamada del entonces presidente celeste. "Me ha dicho Chirri -el entrenador del Binéfar- que te tengo que fichar", me dijo, recuerda Toa, quien le respondió que estaba lesionado y no sabía si encontraba en disposición de jugar. "Me dijo que si no estaba en ese momento, ya llegaría la opción". Toa, estando en el Huesca, había sido intervenido en San Sebastián de la lesión del espolón en el astrágalo. No resultó satisfactoria la operación. En el Binéfar se puso a las órdenes de los doctores González Adrio y Jorge Guillén.
Su tobillo izquierdo estaba prácticamente "fuera de servicio" pero el empeño del jugador y su talento y calidad pudieron con todo. El Binéfar lo esperó, Manolo Buján también y pudo jugar unos minutos en el último partido de liga de la campaña 82-83 ante la Leonesa. Los cuatro años siguientes fueron "explosivos" en el Binéfar, con una temible banda derecha con su amigo José Antonio López, que años más tarde repetirían en el Huesca. "De aquellos cinco años en Binéfar solo tengo palabras de agradecimiento hacia Águeda por el exquisito comportamiento que tuvo conmigo", comenta el delantero laluecino.

PACO LÓPEZ, EL GRAN CAPITÁN
Y prácticamente al mismo tiempo que Paco Águeda, fallecía en Binéfar a los 80 años Francisco López Masip, más conocido por Paco López. Jugó 12 temporadas con el CD Binéfar y fue un futbolista que marcó una época en el mítico campo de El Segalar.
"Paco López fue un gran defensa central, con mucha clase, capitán del equipo y gran compañero", recuerda con mucho cariño otra de las leyendas celestes, el ariete Juanjo Agón.
Después de su retirada como jugador, pasó a ser el delegado del equipo, tarea que desempeñó durante ocho temporadas ganándose el respeto de todos. Actualmente era socio del club y un fijo en las gradas de Los Olmos. En el año 2022, con motivo de los actos del Centenario de la entidad, recibió un cariñoso homenaje.