Paseando por bosques, ermitas y pueblos de la Jacetania profunda

El grupo de Turismo por el Alto Aragón de Peña Guara realizó otra preciosa excursión por Ansó y Fago

Javier Albás Garzo
25 de Abril de 2024
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El grupo en la collada Foria.
El grupo en la collada Foria.

El pasado domingo 21 de abril la tropa de Turismo por el Alto Aragón de Peña Guara hicimos otra preciosa jornada por la Jacetania, lejana tierra esta por la que nos gusta transitar, a pesar de carreteras cortadas y otros abandonos que dificultan algunos los planes.

Comenzamos la ruta con algo de rosada pero con buen día en el camping de Ansó (860 metros), y tras pasar el puente que cruza el río Beral, tomamos por la izquierda el sendero bien señalizado hacia Fago (GR-15) que nos llevó hasta un curioso mirador cubierto con la exclusiva teja roja y plana de la zona y una original escultura en el centro. Tras la parada para admirarlo, seguimos la ruta para llegar en pocos pasos hasta una zona con refugio y merendero que se conoce como la Tejería. Tras la visita reemprendimos la marcha cruzando un pequeño puente y siguiendo la senda que gira a la derecha para comenzar la subida hacia la collada Foria o loma Escalerilla, por el paraje conocido como el Paco Ezpela.

La senda va ascendiendo suave y atraviesa un precio bosque de hayas, vestido con sus hojas recién estrenadas, que hizo la delicia de todo el grupo, más adelante y tras varias lazadas la senda se clarea y empina a tramos mostrando, hacia atrás, el enorme bosque de hayas que hemos atravesado, con el característico verde brillante de las nuevas hojas que lo visten y que tanto lo diferencian del resto del bosque.

Una vez alcanzada la collada (1.0055 metros) nos detuvimos, junto a un repetidor de TV, para admirar las vistas y almorzar entre sol y sombra, porque la jornada no había hecho más que empezar y el cuerpo necesitaba sustento.

La bajada hasta Fago está muy bien marcada y cuando atraviesa una foz y una cortada, muestra un tramo de la senda conocido como paso d’Escalerilla que impresiona, ya que en su día para sostener el camino se tuvo que hacer un gran tramo de muro en piedra cobre la cortada de la foz que tiene un mérito enorme.

La aproximación a Fago (923 metros) se hace a través de un monte típico, de pinos, quejigos y buchos, que  acompañado por el rumor del barranco de Fago nos acompaña hasta el pueblo, donde dimos una vuelta para admirar las preciosas casas de piedra y acercarnos al sur del pueblo hasta la iglesia que está bajo la advocación de San Andrés.

Tras la visita reemprendimos la marcha subiendo hasta la cercana ermita de San Cristóbal (970 metros), con unas buenas vistas de Fago y después iniciamos, con paso corto y buen temple, la senda hasta la siguiente ermita de de la Puyeta. Esta senda se hace dura a tramos, no está muy transitada pero bien señalizada y nos llevó primero hasta la collada Repartauda que fue el punto más alto del día 1.278 metros con muy buenas vistas de la parte navarra y la aragonesa.

Hicimos en la collada un descanso, para después tomar ruta por una fuerte bajada hasta llanear un tramo dejando el desvío a la izquierda hacia Dozola y siguiendo en bajada a la derecha por el bosque en dirección a la ermita de la Puyeta, a la que llegamos agrupados y con algo de cansancio en el cuerpo ya que este tramo es largo y de buenas pendientes.

La ermita de la Puyeta (1.136 metros) es una construcción de gran tamaño, con igual edificio a su lado, todo bien conservado y con mucho espacio despejado en el entorno por lo que es visible desde varios puntos de la zona, dispone también de mesas con bancos de madera ya que es punto de romería de la zona.

Así que aprovechamos los muebles dispuestos y nos lanzamos a dar buena cuenta de las viandas que llevábamos, bocadillos, zumos varios y algún dulce con café incluido en buena compañía y bajo un día de sol que, al raso, ya calentaba lo suyo.

Las limitaciones de nuestras carreteras nos obligaron a realizar un cambio en la ruta inicial programada ya  que el autobús no pudo al fin llegar al cruce de carreteras Ansó/Fago/Garde para recogernos, así que reemprendimos la ruta desde la ermita de la Puyeta para llegar hasta el punto de partida de la excursión de Ansó por la senda de la ermita que baja por una buena pendiente hasta cruzar un barranco ancho y subir de nuevo a la carretera en el cruce citado.

Cruzamos la carretera y seguimos la senda de la ermita que baja hasta Ansó por un precioso bosque bien vestido que nos ofreció sombra y un delicioso paseo hasta un punto de la carretera ya muy cerca del camping de Ansó donde terminamos la jornada.

Así tras unas 6:15 horas de andar, 15,7 kilómetros y +-890 metros, terminamos la jornada, cansados pero contentos por los bosque, pueblos y ermitas visitados. Deseando ventura para todos ya nos citamos para la próxima.

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