Peña Guara por 'La Cañada Real' de Monrepós

Rutas por la Provincia y Turismo por el Alto Aragón realizaron la última ruta de este año

Alfredo Zazo
18 de Diciembre de 2024
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Puente sobre el Flumen. Foto Alfredo Zazo
Puente sobre el Flumen. Foto Alfredo Zazo

Rutas por la Provincia y Turismo por el Alto Aragón realizamos de forma conjunta la última travesía del año, y este final del 2024, el recorrido resultó novedoso y muy agradable, a lo cual contribuyó un buen día otoñal.

A las nueve y media atravesábamos el oscuro y frio túnel de la Manzaneda para salir al siempre llamativo, se lo mire desde donde se lo mire, viaducto de Cubils. Sobre él, el amigo Cuchí nos explicó las circunstancias geopolíticas que motivaron la rápida construcción del túnel y viaducto que se inauguró en 1945.

Siguiendo por el asfalto unos 500 metros, y antes de tomar una pronunciada vuelta a la izquierda, parte una trocha (mojón de piedras y pinos quemados) que desciende con suavidad paralela a la carretera y que ha sido limpiada recientemente.

Caminando entre bojes y quejigos llama enseguida la atención que las losas laterales de piedras y las hiladas semienterradas en el suelo sean fruto del azar y es porque estamos caminando sobre una cañada, probablemente romana: La Cañada Real del Valle de Tena.

Al encontrarnos una bifurcación, dejamos la que sube hacia el puerto de Monrepós y tomamos la que desciende al barranco de Napazale, afluente del Flumen, que cruzaremos añadiendo al paseo algunas dosis de aventura y pericia (hay que pasar una poza caminando a pasitos sobre el tronco horizontal de un pino, eso sí, con apoyo lateral en una tensa soga).

Pasaderas en el flumen. Foto Alfredo Zazo
Pasaderas en el flumen. Foto Alfredo Zazo
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Durante casi dos horas seguiremos la Cañada hasta que nos toque atravesar el Flumen. ¡¡El paseo es para no olvidar!!. La trocha alfombrada de hojarasca, jalonada por bojes, pinos y quejigos. Las piedras y rocas de arenisca cubiertas de musgo y un rumoroso barranco que de vez en cuando nos muestras unas encantadoras pozas de agua muy apetecibles para visitar y disfrutar de sus transparentes aguas en verano y el domingo con algunos corrillos nevados, todo ello entre una frondosa vegetación.

La cabañera se aleja del barranco y luego comienza a ascender en dirección a Lúsera por lo que hay que desviarse por una senda, mojón indicador, que baja de forma rápida hasta la orilla del Flumen y prosigue paralela a él hasta encontrar una bifurcación en la que dos troncos de pino echados en el suelo tienen dos inscripciones grabadas que indican: A Monrepós a la izquierda, por donde venimos, y a la derecha a la Pardina de Usieto.

Tras vadear el Flumen junto a la confluencia del barranco Barón, saltando entre piedras y  mojarse un “pocacho” las botas, llegamos a la pardina de Ascaso. Desde ella se puede optar por seguir la senda que lleva al pueblo de Belsué y desde allí al Mesón Nuevo, junto al túnel de la Manzaneda, con lo que se completaría el circuito para esta encantadora travesía (aproximadamente 3:30 horas y 450 metros de desnivel) o, como hicimos nosotros continuar hasta Santa María de Belsué.

Descendiendo de la pardina se pueden contemplar las populares pozas del Flumen muy visitadas en verano, cruzar el puente metálico y por dos veces las emocionantes pasarelas empedradas antes de llegar a la chopera que hay al final del pantano de Belsué donde nos esperaba el bus.

La celebración final y los propósitos del nuevo año los debatimos comiendo en nuestro refugio de Nocito con esa esplendorosa panorámica de la cara sur de nuestra Sierra de Guara.

Los casi 10 kilómetros los hicimos en un tiempo neto de poco más de 3 horas, salvando un desnivel positivo de 150 metros y 500 metros de bajada.

¡Felices fiestas y hasta el año que viene!

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