El pasado domingo día 16, cuarenta senderistas del grupo Rutas por la Provincia bajábamos del bus para darnos un buen paseo y conocer peculiaridades históricas, geológicas y costumbristas de la antigua ruta de Zaragoza a Jaca por el puerto de Marcuello.
A las nueve de una mañana con “cierto fresquete y suave boira”, contemplábamos la fuente de estilo renacentista aragonés de Fontellas, (lugar de Ayerbe) para poco después pasar bajo la vía del Canfranero y hacer algunas “pinganetas” para salvar algún barrizal de los que en terrenos de arcillas y areniscas nunca faltan tras las lluvias.
La pista bordeada de esparto y con tamarices en las hondonadas asciende hasta pasar por un moderno puente/canal sobre la línea férrea que viene de Huesca y posibilita la continuidad de la acequia de Mondot. Allí nuestro profe José Antonio Cuchí nos explicó las negociaciones e incidencias por las que en su día se consideró y llevó a efecto el ferrocarril de Zaragoza a Canfranc, orillando Huesca.
La niebla se había levantado y volviendo la vista atrás era visible el Castillo de Marcuello e incluso se adivinaba el de Loarre. Una excelente visión desde la Peña el Mediodía hasta Gratal con el Pusilibro como punto más elevado.

Pasada la estación de Turuñana nos paramos a almorzar y dado que se había quedado un día muy luminoso decidimos alargar el paseo y llegar al castillo de Artasona. Se encuentra en estado ruinoso, pero presenta una característica muy singular: la planta del castillo es triangular.
Volvimos al camino que cruza el valle perdido del río Astón hasta llegar a la antigua estación de Piedramorrera-Biscarrués siguiendo los amplios viñedos de las Bodegas Edra. Ya en la amplia pista que conduce a O Lugaré, y debidamente indicados, nos desviamos a visitar un curiosos aljibe de pluviales.
Debido a la carencia de manantiales por la zona no quedaba más opción que recoger el agua de lluvia que bajaba de los cerros y almacenarla en este tipo de excavaciones pues en las balsas se evaporaba con rapidez.
Más adelante fuimos a contemplar la curiosísima bóveda de Ugenio. José Antonio nos explicó que debió ser un refugio para los pastores trashumantes pues en las piedras hay inscripciones con nombre y apellidos ansotanos.
Un nuevo indicador nos invita a desviarnos para contemplar una curiosa chimenea de hadas. El enorme pedrusco que la corona presenta un equilibrio algo inestable por lo que cualquier día quedará solo como reliquia fotográfica.
Pasados los amplios y frondosos pinares de Ballipuerto nos esperaba el bus en la carretera que se dirige a la presa de Ardisa y desde allí fuimos a comer a la Barbacana de Biscarrués. Tras la comida y guiados por otra profesora, la alcaldesa Lola Jiménez, visitamos la parroquial de la Ascensión y el espectacular monumento de Semana Santa y en la amplia plaza el lugar en que se entregó Fermín Galán al alcalde del pueblo, con lo que se puso fin a la sublevación republicana de Jaca en 1930.
El recorrido de 15 kilómetros y medio lo realizamos en 5 horas netas de caminar con un desnivel acumulado de 200 metros.
Para el domingo 23 de noviembre los compañeros de TAA han preparado una travesía de Las Bellostas a Rodellar, lo que nos permitirá contemplar unas magníficas panorámicas de los profundos barrancos de Balcels y Mascún.