La Peña Moya Verdiblanca ha remitido una carta a la "Directiva de la Sociedad Deportiva Huesca" en la que manifiesta su "preocupación y descontento con la actual gestión que se está llevando a cabo". Recuerda su trayectoria de dos décadas en que "ha respaldado fervientemente al equipo, independientemente de la categoría en la que se encontrarse. Hemos vibrado con el Huesca en Tercera, Segunda B, Segunda y Primera División, ya que los valores de humildad y esfuerzo" eran el pilar fundamental para su identificación. "Hemos forjado un sentimiento de pertenencia y nos hemos sentido afortunados de vivir en primera persona los éxitos más importantes en la historia de nuestro club".
La Peña estima que esos valores y esa época se ha desvanecido. Sigue de esta manera a los Alcorazados que en la jornada del viernes mostraron igualmente su desencanto. Identifica los que, a su entender, son cuatro aspectos críticos.
El primero de ellos es la situación económica, al entender que tras el paso por la Primera División se ha producido "un despilfarro de millones de euros que no han sido invertidos en garantizar a nivel deportivo e institucional estabilidad a largo plazo". Aduce una situación financiera "delicada que afecta negativamente a su competitividad", el segundo equipo con el límite salarial más bajo tras dos años en la máxima categoría.
El segundo es la realidad institucional. "Tras una histórica política de equilibrio financiero responsable (ingresos por encima de gastos), hemos percibido una preocupante falta de liderazgo institucional". Aprecia una comunicación oficial que no se alinea con la situación y esa "ausencia de dirección clara" hace sentir a la Peña que hay una "deriva en un mar de incertidumbre".
Sobre el césped, la situación "deportiva se ve claramente afectada por la crisis económica e institucional", con un "futuro próximo nada halagüeño".
En cuarto lugar, la gestión del estadio que ha generado "una profunda decepcion y desaliento".
Ante este panorama, la Peña Moya Verdiblanca solicita cuatro cuestiones: priorizar los intereses de club sobre cualquier otro, ajustar la estructura no deportiva del club a la realidad actual de manera inmediata, enfocar el club hacia un rumbo fijo a largo plazo que garantice la viabilidad desde este Consejo de Administración "o facilitando la llegada de otros posibles propietarios", y brindar explicaciones claras y directas sobre la situación del club y del estadio, "evitando eufemismos y minimizaciones".