El pickleball sigue creciendo en la provincia de Huesca. Este novedoso deporte, recién aterrizado en nuestro país, sigue sumando adeptos cada día. Podemos decir que el 2024 sirvió para darlo a conocer, mientras que 2025 debiera ser el de la consagración.
Carlos Casañola, presidente y monitor del Club Pickleball Huesca -único club de Aragón dedicado a este deporte-, se muestra "muy contento porque este deporte, tal y como se preveía, encaja muy bien en la gente. Estamos creciendo en número de asociados", asevera. En su día, empezaron 15 personas y ahora ya hay más de 50.
Los grupos de formación de Huesca de los lunes y los miércoles están prácticamente llenos. En Angüés, más de lo mismo, y en Secastilla hay apuntadas unas 20 personas. "A la gente le encaja muy bien. Contamos con alumnos de 7 hasta 70 años. A partir de los 6 o 7 años, encaja prácticamente a todo el mundo. Si se juega por parejas, implica mucha rapidez. Pero también se puede jugar con más pausa", explica.
Casañola es quien se encarga prácticamente de toda la gestión y organización de las concentraciones. En cualquier caso, explica que "el nivel que llevamos de crecimiento, hace que puedan salir más profesores. Yo ya solo no puedo dedicarme a todo. Vamos a formar a la gente que quiere seguir explicando este deporte".

Este domingo, sin ir más lejos, Casañola irá al Stadium Venecia para hacer un curso, ya que forma parte de la Federación Aragonesa. Aquí es importante explicar que la Federación de Pickleball está dentro de la del tenis. Es una comisión. "Estamos intentando implantar en todos los clubes de tenis esta disciplina". El Tenis Osca, por ejemplo, ya cuenta con dos pistas de pickleball. En Zaragoza también hay clubes que pueden desarrollar este deporte. "Mi labor es dar la máxima difusión", resume.
El Club Pickleball Huesca tiene una meta en el horizonte: prepararse para el Campeonato de España y Spanish Open, dos torneos federados todavía a la espera de fechas. Tampoco está claro cuántos jugadores podrían participar.

De aquí a un tiempo, existe la voluntad de ofrecer un curso de instructor a través de la Federación de Tenis con el fin de sacar muchos profesores. "Hay que pasar primero por la Federación Española, pero se espera el ok", asegura Casañola.
Otra de las cuestiones que hace que este deporte sea tan participativo es que la inversión para jugar es mínima. Las clases en Huesca se dan en el pabellón Pedro J. Rubio con las pistas de bádminton, ya que tienen las mismas medidas, aunque no se utilizan unas líneas. "Es una gozada poder poner dos redes portátiles y jugar. Hace falta un suelo duro, marcar las líneas y una red", concluye. A jugar.