Pol Oriach era la viva imagen de la felicidad tras haber logrado la medalla de bronce en el 1.500 del Campeonato de España, un podio que le abre las puertas al Mundial de Tokio, la gran cita del calendario internacional del año. Y lo ha hecho rodeado por su familia, sus amigos y todo el corazón de Albelda. “No me gusta viajar solo, hay que ir bien acompañado”, ha señalado con una sonrisa el atleta literano.
No ha querido lanzar las campanas al vuelo sobre su presencia en Tokio, si bien es cierto que “es un gran paso”, pero se ha mostrado cauto porque “no es oficial, solo era oficial el que ganaba, pero haber subido al podio y haber dejado fuera a dos con mínima, te deja bastante bien situado. Pero hay que esperar porque hasta el día 24 hay tiempo para hacer mínimas y supongo que la selección saldrá el 25. Así que a seguir entrenando todo el mes de agosto y a esperar. Aunque hay una alta probabilidad de que sí. El único con plaza asegurada es Adri (Ben)”.
Un Adrián Ben con el que comparte amistad y grupo de entrenamiento a las órdenes de Arturo Martín en Madrid. “Orgullo doble de haber podido estar los dos en las medallas, también la de Águeda (pareja de Ben y bronce en el 1.500 femenino). Así que el míster se irá hoy a dormir contento, porque además Carla le dio otra en el 5.000”, ha señalado Oriach.
Sobre la carrera, ha sido todo lo contrario que la de la final del Mundial Universitario en Alemania hace un par de semanas. “Una carrera táctica en la que, como venía de Alemania y sabía cómo no se tenía que correr, he intentado saber lo que mejor sé, que era estar colocado por fuera para no llevarme golpes, porque ha habido muchísimos, correr lo más inteligente que he podido y contento porque he hecho mi mejor carrera posible, y solo ha faltado rematar. Me he visto primero a falta de cien metros y al final me he tenido que conformar con el bronce. Contento y muy feliz por mi primera medalla en un campeonato de España al aire libre, que no tiene nada que ver con conseguir una en pista cubierta. Aquí el nivel es mucho más alto. Así que ahora a soñar con ese Mundial”.
Con el nivel que había en el 1.500 y cuatro atletas ya con mínima para solo tres plazas, ha admitido el albeldense que “complicado era pero yo confiaba mucho en mí y tenía muchas ganas de llegar a esta carrera. Por fin me jugaba algo. Venía aquí a por todas, se ha dado bien y estoy muy contento porque ha sido la carrera donde más cosas me he jugado nunca porque no había peleado antes por estar en campeonato internacional absoluto. He sabido llevar la presión, no he estado nervioso, le he puesto todas las ganas y el hecho de haber tenido a mi familia y amigos me ha ayudado un huevo a llevarlo tan bien”.
Pol Oriach ha tenido un emocionado recuerdo y dedicatoria. “A mis abuelas, que no han podido estar, y también a mi tía que también nos dejó hace un poquito -la hermana de mi padre-, pero han estado conmigo dentro y me han dado fuerza, que era lo que necesitaba. Me habría gustado celebrar esto con ellas pero lo voy a hacer de otra manera y con el resto de mi familia porque no hemos pasado momentos fáciles y me llena muchísimo de orgullo poder darles alegrías. No puedo ser más feliz de tenerles aquí y, aunque no estén presentes, darles todas las alegrías que pueda”.
FELICITACIÓN DE ALBELDA
El pueblo de Oriach, Albelda, también ha vibrado con el éxito de su joven paisano y así ha trascendido en redes sociales el mensaje del Ayuntamiento: “¡El bronce de Pol Oriach Enjuanes viaja a casa, a Albelda! ¡Seguimos escribiendo historia juntos! Una carrera inolvidable llena de emoción y orgullo. Gracias por hacernos soñar”.
LA ENHORABUENA DE PHONDY
El que hasta esta temporada había sido su entrenador, Phondy, ha vivido la final en la misma pista de Tarragona y se ha sumado a las felicitaciones, públicas y privada. “Lo he visto correr muy bien, genial, estoy muy contento. Ha estado bien colocado, ha sido paciente y ha sabido estar en todo momento. Se le ha visto supermotivado. Merece la enhorabuena y también su entrenador, Arturo Martín, que ha tenido el detalle de decirme que “eso también es tuyo”. Lo que está claro es que Pol siempre será mi crío”.