El pasado domingo un grupo de senderistas, los más optimistas, de Rutas por la Provincia de Peña Guara, llegamos alrededor de las 09:00 horas a la Villa de Borau, en la Jacetania. El pueblo tiene categoría de Villa lo que habla de su importancia en el pasado como núcleo de población y notorio centro agrícola, ganadero y forestal del territorio. Está situado a 1.008 metros de altitud y lo atraviesa el río Lubierre, afluente del Aragón. Sus calles angostas, empedradas y llenas de detalles, su iglesia dedicada a Santa Eulalia del siglo XVI, vigilando desde lo alto de la localidad, los tejados de pizarra y losa, y las chimeneas pirenaicas lo convierten en uno de los núcleos mejor conservados de la zona.
En el momento de llegar a Borau la lluvia caía con fuerza, así que decidimos esperar un rato en el bus a ver si amainaba un poco. Transcurrida madia hora, un compañero que había actuado como explorador por el pueblo, nos indica que al lado está el pabellón deportivo de la localidad y que está abierto, así que optamos por coger paraguas, chubasqueros y el bocadillo y dirigirnos al pabellón para almorzar. Sobre las 10:00 horas la lluvia cesa y aprovechamos la tregua para emprender la marcha pero con algún cambio ya que como la excursión prevista no la podíamos hacer, hicimos una ruta por los alrededores de la localidad no sin antes dar una vuelta por el pueblo y visitar la iglesia de Santa Eulalia.
Nos encaminamos por la carretera en dirección a la ermita de San Adrián de Sásabe, un desvío a mano derecha nos señala un camino para llegar a la ermita, decidimos tomarlo, ahora incluso se abre algún pequeño claro en el cielo, así que continuamos caminando y al llegar a un cruce optamos, equivocadamente, por la ruta más larga. Al cabo de unos minutos comienza a llover de nuevo, así que nos damos la vuelta para coger el camino más corto a la ermita, que habíamos desechado antes. La senda, que atraviesa un bonito bosque, se va convirtiendo en una pequeña acequia por la que caminamos con prudencia.
Finalmente llegamos a San Adrián de Sásabe (siglo X), uno de los monasterios más importantes de la Alta Edad Media, actualmente sólo queda la iglesia rodeada por los torrentes de los barrancos de Calcil y Lupán. ¿Por qué una iglesia tan importante se construiría sobre las aguas, con el riesgo de inundación que esto supone? Algo muy especial tuvo que ocurrir en ella para que sus arquitectos se saltaran todas las normas de construcción de la época. Según la leyenda, este monasterio fue una de las ubicaciones del Santo Grial en el Pirineo en su viaje a San Juan de la Peña y posteriormente a la Catedral de Valencia. Estremece pensar que estemos transitando por los mismos caminos que hace más de mil años nuestros antepasados pasaron portando la reliquia más importante de la Cristiandad.
El tiempo nos permitió disfrutar del maravilloso entorno y del interior de la ermita realizando las correspondientes fotos. Seguidamente iniciamos el camino de vuelta, esta vez por la carretera, con la lluvia, de nuevo, de compañera de viaje hasta llegar al autobús, que nos espera en Borau. Una vez cambiados de ropa y calzado nos dirigimos a Castiello de Jaca donde nos esperaban en El Mesón de Castiello para degustar un excelente menú. A las 16:30 horas comenzamos el camino de vuelta a Huesca.
Al final hemos recorrido unos 7 kilómetros en tres horas aproximadamente, incluidas todas las paradas, superando un desnivel de 254 metros.
La excursión prevista, la intentaremos realizar el año que viene.
El próximo domingo día 18 de mayo los compañeros de la sección de TAA, tienen prevista una excursión por el Biello Sobrarbe, os animamos a acudir.