Cansado pero después de una buena ducha merecida tras el esfuerzo físico, el ribagorzano Adrián Soriano hace balance de los primeros días de la Skoda Titan Desert Morocco, prueba en la que participa y que se está celebrando en el desierto de Marruecos desde este pasado fin de semana. El ciclista de La Puebla de Castro está complentado una de las carreras más duras del mundo sobre la mountainbike con el equipo KH7 de Melcior Mauri.
La primera etapa recorrió unos largos 90 kilómetros "muy duros" por la montaña en la zona del Atlas, rodando durante mucho tiempo a 2.000 metros de altitud por "parajes espectaculares". La segunda jornada celebrada este lunes también fue muy montañosa, aunque adentrándose más en el desierto. 110 kilómetros donde "el calor ya se notó algo más que en la primera etapa. La temperatura hasta entonces era buena porque estábamos en montaña", subraya.
En la tercera etapa, de 130 kilómetros, la más larga de recorrido de toda la carrera, es una jornada de "supervivencia donde tenemos que cargar todo lo necesario en la bici y en la mochila, y dormir en una haima comunitaria con todos los participantes, sin servicio de fisioterapia ni mecánico". Soriano la califica de "muy dura y larga, con muchísima calor y ya metidos en pleno desierto".
En el horizonte ya se ven las últimas tres etapas que se preveen de mucho calor. Por suerte para el ciclista de La Puebla de Castro, "de momento la cosa está yendo muy bien, con alguna pequeña avería pero sin importancia". Hay que recordar que Soriano está participando en la Titan Desert con el objetivo de visibilizar la diabetes, pues es una enfermedad que la pedece desde diciembre de 2017. En este sentido, confirma que está controlando la diabetes "muy bien, aunque estando pendiente constantemente ya que el calor puede descontrolar los niveles".
El objetivo que se marca a estas alturas es finalizar la carrera y, si es posible, cruzar la meta entre los 100 mejores clasificados.