Es la pregunta más recurrente a día de hoy en los círculos más futboleros de la ciudad. Y, sinceramente, creo que a nadie de los varios que me han preguntado, le he contestado lo mismo. Así que voy a intentar responder por aquí.
Este Huesca tiene una identidad clara. Como ya he explicado otra veces, es un equipo que ha crecido a partir de tener poco el balón, de dejar pocos metros a su espalda y de aprovechar los errores del rival, ya sea tras un robo y contragolpe, o a partir del balón parado. Traduciéndolo rápido, que pasen pocas cosas, que el rival no genere y estar acertados en lo poco que tengamos.
Contrastando opiniones, me ha tocado escuchar que si "es lo que hay" y que "este equipo da para esto". Y no digo que no. Pero, ¿y si Ziganda se encuentra cómodo con este modelo, y cree firmemente que es la mejor forma de conseguir puntos? A mí me gusta. Igual que también me encanta el contrario: el juego posicional, generar a partir de la posesión, ser protagonistas con el balón y tratar de encontrar las superioridades. Vamos, que a mí lo que me gusta es un modelo bien ejecutado.
Y ahora, respondiendo a la pregunta inicial, el último Huesca que vi no me gustó. Un equipo que no consiguió nada de lo que se propuso. Porque quiso un partido en el que pasaran pocas cosas, y no sólo pasaron muchas cosas sino que la mayoría de ellas fueron en el área propia. Menos mal de Andres.
Se quiso robar y atacar los espacios, pero se robó poco, muy lejos de campo contrario; y apenas buscamos la espalda del Mirandés, y mira que cuando se hizo, se generó peligro. Se quiso dar la posesión al contrario y fue el único día que acabamos con más posesión que ellos. Y, además, costó ganar duelos individuales y, tras encajar el gol, nos costó volver a meternos en dinámica de partido.
En definitiva, que el Huesca de Anduva no me gustó nada. No por ser un equipo plano y aburrido, sino porque a Ziganda no le salió nada de lo planteado y sólo la suerte evitó que cayéramos derrotados en casa del colista. Sólo salvo una cosa de Miranda aunque, eso sí, importante: no se bajaron los brazos, y eso fue decisivo para volver a sumar.
Mañana, contra Las Palmas, tendremos enfrente a un equipo totalmente antagónico a nosotros. Un duelo de modelos de juego diferentes donde, si los dos encuentran su mejor versión, puede ser uno de los partidos más interesantes de la jornada. Ojalá.
Y ahora tú, ¿cómo ves el vaso? ¿Medio lleno o medio vacío? ¿Hemos ganado sólo un partido de los últimos seis, o llevamos seis jornadas sin perder? Cada uno sabrá. Yo, lo tengo claro.