"La situación en cuanto a las bajas es como la de la jornada pasada. Intentaremos competir al máximo nivel. El que sí está que la pasada semana estaba en malas condiciones es Joan Solá, que se ha recuperado del esguince de tobillo y, si no hay ninguna recaída en las últimas horas, sí va a poder jugar en mejores condiciones". Así ha arrancado con cierta resignación Rafa Sanz, el técnico del Lobe Huesca La Magia, la previa del partido que disputará contra Juaristi.
La plaga de lesiones ha llegado muy pronto. "Las cosas surgen cuando surgen, es una vicisitud que nadie desea pero puede pasar. En una plantilla corta, en el momento en que fallan uno, dos o tres jugadores, se nota mucho".
Sobre Juaristi, ha considerado que es un equipo "muy bien armado", con uno de los mejores bases de la liga, que es Gaica Maisa, y "tienen un equipo bastante completo. Un par de americanos de buen nivel, un par de jugadores por dentro que hacen el trabajo sucio, con buena capacidad reboteadora. Es un equipo completísimo, con tiro exterior y músculo para completar el rebote".
Recuerda Rafa Sanz que en la primera comparecencia en Huesca "la gente conectó muy bien con el equipo. Ojalá sea un punto y seguido. Ya sabes aquello de quiéreme cuando más lo necesite aunque no sea cuando más me lo merezca. Yo creo que lo merecemos, pero ese empuje con la falta de jugadores y el aliento del público a ver si podemos subsanarlo un poquito".
Al no poder hacer "lo que mejor podemos hacer", que es ser rápidos y dinámicos, "tendremos que adaptarnos a las circunstancias e intentar buscar otras vías para ser competitivos". "Estamos condicionados en el tema del juego interior. No es que nosotros lo pretendamos". "Si el contrario nos lleva a jugar posesiones más largas es porque no tenemos oxígeno para acabar antes, pero no porque yo les diga ahora que no corran o que no tiren. ¿Por qué los porcentajes de tiro son tan bajos como los del otro día? Porque no te llega el oxígeno para poder tirar con buenos porcentajes. Todo está condicionado por la ausencia de jugadores. No se puede jugar a un ritmo alto de juego con pocos jugadores. Eso está inventado".
Así las circunstancias, Rafa Sanz afirma que "el obejtivo es afrontar el próximo partido con la mejor actitud posible. Ahora mismo estamos pensando en el partido de mañana, no más allá. Evidentemente, esto de jugar tres partidos en siete días, y más en las circunstancias en las que estamos es un hándicap añadido. Haremos como los equipos malos: entrenar poco para cansarnos menos".
Concibe el entrenador peñista que "intentar aguantar la primera embestida es clave. Lo hicimos bien en el segundo periodo, que nos acercamos a dos puntos por dos veces. Pero el final del segundo periodo se nos hizo muy largo. Cada minuto que vamos por delante, confianza que vamos adquiriendo. Tenemos que intentar ser competitivos para tener opciones".
Ha afirnado Sanz que tienen "el problema de controlar el rebote. Ellos tienen bastante capacidad reboteadora en varios jugadores y tenemos que hacer un trabajo muy colectivo para ayudarnos todos e intentar que esas carencias dentro las suplamos un poco más grupalmente. Vamos a intentar colectivizar la defensa del rebote".
Ha sentenciado que "especular sólo te lleva a perder de pocos. Este equipo se ha creado para ser proactivo, no para ser un equipo pasivo. Los equipos pasivos no transmiten nada. La grandeza de este equipo es que con muy poco conectó mucho, y fue por su proactividad, por su propuesta de juego, por la valentía, por el atrevimiento, por el riesgo, por la emoción que transmitía. Ahora creo que tenemos que intentar ser nosotros mismos todo el tiempo que podamos, porque lo otro va a ser ir a perder de pocos. En mi código nunca ha estado ir a perder de pocos para perder de pocos y echarle la culpa al árbitro. Tenemos que ir al máximo y reventar con lo que tenemos... hasta que nos llegue".