Las batallitas del carca: Los resultados pesan

Ziganda, que es quien mejor conoce la materia prima que tiene, ha decidido jugar en largo y tratar de ganar las segundas jugadas más cerca del área rival

07 de Febrero de 2023
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Cuco Ziganda, entrenador del Huesca. Los resultados pesan. Foto LaLiga
Cuco Ziganda, entrenador del Huesca. Los resultados pesan. Foto LaLiga

Hubo un deportista-filósofo que resumió que al fútbol se juega con los pies pero manda la cabeza. Y así vino a reconocer Cuco Ziganda el pasado sábado cuando vio al equipo agarrotado “porque pensábamos demasiado” y confiaba que la victoria limpiara la cabeza de sus jugadores para que “ganen confianza” con la victoria.

Los resultados pesan siempre y aquí me viene de perlas otra reflexión que hacía Antonio Calderón: “Cuando todo funciona bien, el futbolista que vale un ‘seis’, te ofrece un ‘ocho’, pero cuando las cosas se tuercen, el que cotizaba un ‘cinco’ su rendimiento no pasaba del ‘tres’ raspado”. Porque el Huesca tiene más fútbol –o al menos a mí así me lo parece- del que ha evidenciado en esta preocupante racha, por la que suelen pasar casi todos los equipos de la categoría a lo largo de la temporada, pero en algunas ocasiones daba la sensación de que a más de uno se le había olvidado jugar al fútbol y era incapaz de dar un pase a dos metros o tomar la decisión más simple.

Bajando de El Alcoraz, comentando el partido con uno de los veteranos curtido ya en las gradas de San Jorge, le apunté que todo era por culpa de la presión, a lo que me respondió: “Presión la que tiene un currante que no llega a fin de mes, que éstos son profesionales”. Le medio compré la sentencia pero le cambié al adjetivo calificativo, porque la ansiedad, el miedo a fallar, la desconfianza, son los peores consejeros de los futbolistas.

En estas circunstancias, además de que los jugadores con peso y capacidad en el plantel tomen el mando hasta que los resultados (el bálsamo de Fierabrás) ayuden a salir del atolladero, es más necesaria que nunca el apoyo de la hinchada, aunque salvo excepciones y una zona de la general, en El Alcoraz siempre ha sido el equipo el que ha tirado de la afición.

Otro pensador futbolero acuñó estas fases como “el síndrome de la victoria obligatoria”, que tiene dos filos: “El que entra al campo como favorito sale con cara de perdedor” y el tiempo juega en contra del que necesita ganar “porque la ansiedad causas estragos”.

Petón era de los rebeldes y marcaba el camino en este sentido. Cuanto más le pitaban cuando fallaba, más pedía la pelota, porque si no lo intentas el rival ya ha ganado la partida; si los compañeros se esconden (todos parecen estar marcados porque no se mueven), el problema lo tiene quien lleva la pelota porque se la quita de encima o juega sin riesgos para alejar el compromiso o trasladárselo a otro colega.

Quizá por este motivo, Ziganda, que es quien mejor conoce la materia prima que tiene, ha decidido jugar en largo y tratar de ganar las segundas jugadas más cerca del área rival, porque cuando al principio de campaña el equipo intentaba salir jugando desde atrás el corazón de los aficionados y el suyo propio sufría tacicardias continuas.

La llegada de los refuerzos pueden aportar ese aire fresco y esperemos que el triunfo ante Mirandés sea un trampolín y un refuerzo para los futbolistas porque la categoría está para pocos despistes y cuanto antes se alcancen los 50 puntos mucho mejor.

P.D. Otro día me centraré en los pisotones, codazos y desplomes varios, pero ahora toca dar un tirón de orejas al club. Fernando Elboj, durante una cena del Huesca en el Hotel Pedro I, fue el autor de la célebre frase: “Huesca en está en deuda con el Huesca”. El ex alcalde se encargó de ir corrigiendo ese desfase durante su mandato pero ahora es el Huesca el que está en deuda con él. Que la tierra le sea leve.

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