Casualidades de la vida, se trata del segundo relevo prácticamente con los mismos nombres (aunque disparidad de cargos) entre Fernando Callizo y Ricardo Mur Monserrat. En marzo de 2019, el empresario zaragozano sustituyó al frente de Ceoe Aragón al transportista oscense. Ahora, cinco años largos después, Mur Monserrat asume el puesto de consejero-delegado de la Sociedad Deportiva Huesca que ha presidido, hasta hace unas semanas, Callizo Oliván.
El zaragozano Ricardo Mur atesora una importante trayectoria en responsabilidades elevadas. Licenciado en Derecho, su ejecutoria profesional le llevó por los derroteros tecnológicos, trabajando en Iasoft. Fundador de Híberus, posteriormente ha creado otras compañías como el Grupo Arqa, centrado en las tecnologías y con sedes en Madrid, Zaragoza y Doha, donde precisamente reside su socio, Alfonso García Vicente. Ambos son los artífices, precisamente, de la operación de dos millones anunciada esta mañana por Manuel Ollé.
Mientras su ascendencia en las organizaciones empresariales ha crecido (además ha presidido Ceoe Zaragoza) y ha recibido importantes reconocimientos como la Medalla de la Ciudad de Zaragoza por su gestión en la pandemia de un importante programa para dotación de material sanitario con aportaciones de empresas de todo Aragón, su natural inquietud y audacia emprendedora le ha conducido a la creación e inversión en distintas actividades. Participa en torno a doce o trece compañías, entre ellas la leridana Vunkers, la aragonesa centrada en la sanidad Ibernex y Brainy Inteligencia Semántica que está arraigada en Madrid y Doha (Qatar). También ha impulsado algunas empresas del sector textil, entre otras actividades.
A pesar de la trascendencia de muchas de sus acciones, algunas con una alta representatividad, Ricardo Mur Monserrat es persona a la que caracteriza la discreción, alejado de ostentaciones y notoriedad (de hecho, durante la rueda de prensa de Ollé con Javier Cruz y Cuco Lanau él estaba en el interior de El Alcoraz y ha preferido pasar inadvertido), y aúna perspicacia con una gran capacidad de trabajo. De estas virtudes dependerá el futuro de la Sociedad Deportiva Huesca. Bienvenido al cuarto consejero-delegado de la Sociedad Deportiva Huesca en poco más de un año. Un profesional reputado y que, además, "se juega sus perras" por lo que está llamado a valorar más las de los socios e inversores. Que la singladura recupere la normalidad y la perdurabilidad, por el bien de todos.