Rodrigo Val (2001) ya es jugador del Huesca B después de estar unos días a prueba en el filial azulgrana. El extremo serrablés llega tras pasar la última campaña en el CD Brea compitiendo en Segunda RFEF, club dónde disputó 14 encuentros y anotó una diana. Ahora, el jugador intentará ayudar al equipo en una categoría inferior: "Para mí es un gran reto, tanto a nivel personal como colectivo, me hace mucha ilusion poder jugar en el gran club de mi tierra".
El jugador completará su último año de Sub 23 para aportar aspectos diferentes en la línea de ataque de Sebas Martínez. Se trata de un atacante muy rápido, habilidoso y potente, un perfil de encarador que posee un gran uno contra uno. Además de pasar por el conjunto celeste, Rodrigo formó siete años de la cantera del Real Zaragoza, dónde fue campeón de Copa de la División de Honor Juvenil. En el curso 2018/19, el serrablés tuvo su primera toma de contacto en la Tercera Aragonesa con el Deportivo Aragón. Después, terminó en las filas de la SD Tarazona y se estrenó en la antigua Segunda División B, siendo una pieza importante en cerca de una treintena de partidos entre la división de bronce y la Copa del Rey. Tras aquel año, pasó a la cantera del Levante UD, en la que estuvo cuatro años. Llegó a debutar con el Atlético Levante, filial granota, en Segunda RFEF en la 21/22. En su última campaña en el filial levantinista, pudo gozar de mayor continuidad y coger experiencia en la Tercera Valenciana que le llevó en enero al CD Brea.
La SD Huesca B firma un jugador de la tierra, que tiene experiencia en Tercera RFEF, conoce el fútbol aragonés y el funcionamiento de los filiales. Un jugador con un "gran potencial, que será muy útil en la plantilla y que busca dar el salto profesional", según afirman desde el club. "Vengo a aportar verticalidad, desequilibrio y profundidad para el equipo. Quiero aportar mi experiencia en el vestuario y mucho trabajo para conseguir los objetivos", contó Rodrigo.