Goles son amores. No hay duda: el sentido del fútbol es ese. No hay más. Entrados en el mes de marzo, a punto de terminarlo para asaltar ya abril, los equipos sacan los codos para colocarse en la mejor posición y encarar el último esprint. Y está claro que los goles ayudan, y mucho.
A día de hoy, el equipo más goleador de todo el fútbol altoaragonés es la UD Barbastro Somontano, equipo filial de la UD Barbastro de Segunda RFEF, que actualmente milita en Segunda Regional Grupo 2-2. Pese a ser el más goleador, al equipo no le da para comandar la tabla que lidera el Belver con 63 puntos por los 51 del Barbastro B.
En total son 67 tantos en 23 partidos, esto es 2,913 goles por partido. Nadie ha sido capaz de perforar tantas veces la portería rival como el equipo entrenado por Alberto Lisa. Son casi tres goles por partido. Una barbaridad. Siguiendo con el ranking de equipos más goleadores, en segunda posición aparece el Juventud Almudévar, con 58 goles en 20 partidos (2,9 goles por partido).
El tercer escalón es para el anteriormente citado CD Belver, con 68 goles en 24 partidos (2,83). Como curiosidad, todos estos equipos militan en Segunda División. Cuarto es el Fraga B, líder de Primera Regional (grupo 2), con 62 goles en 25 choques (2,48) y quinto el CD Robres, también líder de Regional Preferente (grupo 1) con 64 goles en 26 (2,46).
Alberto Lisa, entrenador del equipo más goleador de la provincia, comentaba tras ganar por 2-0 a La Fueva el pasado fin de semana que había sido un partido que "nos ha costado muchísimo porque no hemos estado tan finos como otros días en el juego". El cansancio hizo mella en el equipo visitante y la balanza se decantó para los rojiblancos. Los goles fueron de Yassine y Bini.
Llama la atención varios resultados abultados que ha logrado estos últimos meses, como el 0-6 en Monzón, o el 9-1 ante el Sena en la jornada 4. Ahora restan cinco jornadas para el final. "Por lo menos tendremos que ganar tres partidos para clasificarnos para los playoff. El objetivo es ese; hacerlo cuanto antes", concluye Lisa.