Dolido y con la cabeza gacha se marchaba Santi Cerdán, el entrenador del Lobe Huesca La Magia, tras la derrota de su equipo ante el filial de Gran Canaria (64-73). Reconocía en sala de prensa que "no hemos estado a la altura" en un choque clave ante la afición.
Que el conjunto peñista viene arrastrando "momentos de dudas e incertidumbre" es una realidad. Hoy aparecieron. La "propia inseguridad" mató a los chicos de Santi Cerdán en un duelo de numerosas pérdidas por partes de los dos conjuntos. En total han sido 19 pérdidas de los peñistas.
"No entramos del todo bien al partido, pero tampoco mal. Supimos mantener la cara a pesar de las dudas del último encuentro fuera de casa. Creo que el equipo podría haber dado más en algunos momentos pero no acaba de dar ese paso adelante. Balones perdidos tontamente que no nos permiten agarrarnos en el último cuarto. Los chicos han competido de principio a fin y si hay un responsable soy yo. Creo que durante la semana no supe enfocar bien el plan de partido. En el último cuarto es cuando más inseguridades hemos tenido en defensa", aseguraba el entrenador.
En cuanto a Germán Kasanzi, el técnico reconocía que es un "volver a empezar: creo que entramos en estados de relajación. Doy una zanahoria, se aprovechan de ello. Si no hacen lo que yo digo, no podrán jugar".