Cuco Ziganda tan sólo ha sido el último en despedirse del banquillo de la SD Huesca, club que en la última década ha contado con 13 entrenadores en total, que se sumarán al nuevo hombre que releve ahora al técnico navarro. Ziganda perseguía algo que no había logrado ningún entrenador en la última década: permanecer dos temporadas completas en el club, tal y como hizo por última vez Antonio Calderón en las campañas 2008/09 y 2009/10.
La trituradora se puso en marcha en la 2013/14, cuando el equipo todavía pisaba la extinta Segunda División B -ahora partida en dos: Primera y Segunda RFEF-. Por aquel entonces, la temporada la empezó Pablo Alfaro, pero tras unos malos resultados fue cesado y se fichó a David Amaral. La temporada la terminó David Navarro en una campaña en Segunda B en la que el Huesca queda en séptimo lugar, a tres puntos del playoff.
A la temporada siguiente llegó Luis García Tevenet, quien logró el ascenso a la división de plata antes de ser cesado en dicha categoría. Juan Antonio Anquela le sustituyó en la 2015/16. El jienense estuvo un curso completo (2016/17) y logró meter al equipo en su primer playoff a LaLiga. Desde entonces, Rubi, Leo Franco, Francisco, Míchel, Pacheta, Nacho Ambriz, Xisco y Ziganda. Ocho técnicos en los últimos seis años.
La tendencia de la zona roja
El Huesca es junto a Cartagena y Oviedo los clubes que, una vez completadas las 10 primeras jornadas de liga, han despedido a los entrenadores que la comenzaron. Víctor Sánchez del Amo comenzó en el actual colista Cartagena. Julián Calero le sustituyó tras la jornada 7. Luis Carrión llegó a Oviedo tras un pésimo arranque de Álvaro Cervera, el primer entrenador de la categoría en ser cesado esta temporada. El último ha sido Ziganda.
Si echamos la vista atrás y, como es obvio, la destitución de entrenadores lleva en un futuro a un descenso. Es lo que le sucedió a los cuatro equipos que dejaron la categoría la temporada pasada. Lo llamativo es que los cuatro -Ponferradina, Málaga, Ibiza y Lugo- tuvieron tres o más entrenadores en la misma temporada.
La Ponfe destituyó a José Gomez en la jornada 16 y después trajo a David Gallego y Juanfran García. El Málaga echó a su entrenador, Pablo Guede, un poco antes que el Huesca a Ziganda: en la jornada 6. Más tarde, el banquillo boquerón también lo pisó Pepe Mel y Sergio Pellicer.
Ibiza y Lugo son los que más entrenadores tuvieron en el mismo curso (4). En la isla empezó Javier Baraja -despedido en la fecha 12- y le siguió Anquela, Carlos Sánchez y Lucas Alcaraz. En Lugo, los inquilinos fueron Hernán Pérez, Fran Justo, Joan Carrillo e Íñigo Vélez.
En el apartado positivo, y por recordar ejemplos que cambiaron su entrenador en medio de la temporada y lograron la salvación, aparece el Sporting de Gijón (Abelardo y Miguel Ángel Ramírez), el Leganés (Imanol Idiakez y Carlos Martínez), el Real Zaragoza (Juan Carlos Carcedo y Fran Escribá), Racing de Santander (Guillermo Fernández Romo y José Alberto) y Real Oviedo (Jon Pérez Bolo y Cervera). Caso excepcional es el Levante, que contrató a tres entrenadores (Nafti, Miñambres y Calleja) para acabar haciendo playoff, y todavía lo es más el Granada, que comenzó con Karanka y terminó con Paco López en Primera División.