SD Huesca, Peña del Huesca en Barcelona y Bonanova, un "ménage à trois" con oficiante de lujo

El magnífico ambiente entre aficiones se extiende a la relación con el único club del mundo fundado en pandemia

03 de Marzo de 2024
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SD Huesca, Peña del Huesca en Barcelona y Bonanova, un "ménage à trois" con oficiante de lujo

Con total certeza, en un partido normal después de un empate todos habrían salido con ese resquicio de impotencia por un motín tres veces inferior al deseado, que es el de la victoria ("three points"). Sin embargo, recordando el Huesca-Espanyol de la primera vuelta, la despedida tras la comida en el Mérida (¡qué grande la peña de Castellbell, qué enormes todos los hermanos españolistas!) tenía ese punto balsámico de la tranquilidad que da el saber que el de enfrente te cae tan bien que en el hipotético caso de derrota, duele menos (aclaro: aunque duela).

El Espanyol-Huesca, más allá de ese incidente de los vándalos de una determinada peña que apedrearon el autobús de mi estimado Javier Aventín, disfrutó de los prolegómenos y el epílogo del duelo en el Stage From-como-se-llame (uno es muy del Sarriá de siempre) con ambiente de familiaridad. Buen rollo que decimos ya más los sesentones y cincuentones que los millennials.

Y el colofón lo puso el acto de hermanamiento entre la Sociedad Deportiva Huesca, la Peña de la SD Huesca en Barcelona y la Bonanova (ménage à trois, en definitiva), a la sazón el único club nacido en la pandemia de la mano del universitario en ciernes (hoy confirmado) Pepe Fuster. Con Fernando Callizo (presidente del Huesca), José Luis Bandrés y Pedro Ibaibarriaga como testigos, además de ese histórico que es Rafa Marañón y de esa eminencia que es José María Fuster-Fabra, la ceremonia requería del mejor oficiante, y no hay otro como José Manuel Oliván, al que acompaña la legitimidad no solo profesional (como responsable de Radio Marca en Barcelona) sino de origen y destino, sobrarbense de Broto y tan fato como perico, de tal guisa que está bien que recuerde que Sant Jordi y San Jorge han empatado a cero, aunque el del cerro se siente más victorioso.

El ritual fue sencillo. Parlamento del oficiante José Manuel, el joven presidente de la Bonanova prepara la camiseta de la Cruz de San Jorge con la que prácticamente nació por la relación especial con el club del Camino de Cocorón oscense, y la entrega a Jesús, Amadeo y el tesorero de la Peña SD Huesca en Barcelona, ante la mirada atenta de los próceres azulgranas. Y, según se aprecia en el breve video que acompaña esta noticia fedataria, luego merienda, que para eso se invitaba a la foto al tesorero.

Cuando hay tanto sentimiento y tan buen roce, la fraternidad roza con el casamiento. Pero también podemos adelantar que deseamos que, para el plazo de un año, nos entreguemos las cartas de compromiso, el Espanyol escale hasta donde le corresponde y, con los puntos asegurados por su ausencia la próxima temporada, y como reza la canción de Machín, nos espere en ese cielo que es la Primera División. "Espérame en el cielo, corazón, si es que te vas primero; espérame que pronto volveré allá donde tú estés". Pues eso. Vuelen y esperen el vuelo del Huesca.

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