El pasado domingo un nutrido grupo de amigos y compañeros cicloturistas del fallecido Alberto Roig le rendieron un sentido homenaje.
Para ello y arropando todos juntos a su familia, sus hijos, su viuda Maribel, sus padres y hermanos, se desplazaron con sus bicicletas hasta el lugar donde ahora hace un año falleció por un repentino ataque cardíaco. El Club Ciclista Oscense recuerda que fue "un gran amigo y compañero" que nos dejó mientras practicaba su deporte favorito cerca de Berbegal.
Justo en ese lugar y después de guardar unos minutos de silencio, se depositaron varios ramos de flores, una foto recuerdo y finalizaron el evento con una oración envuelta de una gran emoción por parte de todos los allí presentes.