El entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca, Sergi Guilló, vela armas de cara al partido que disputará su equipo ante la Granada de un viejo conocido, Pacheta. En su comparecencia previa al choque, ha afirmado que habrá cambios por su propios conceptos: un entrenador al que le gusta mover el árbol. "Si llevamos al campo lo que hemos entrenado, estaremos cerca de llevarnos el partido", ha iniciado.
Guilló ha afirmado sobre el rival que "es colista, pero se llama Granada, tiene una plantilla de alto nivel, es cierto que no ha empezado de la mejor manera y en el último partido ofreció una buena imagen y estuvo cerca de llevárselo. En el comienzo no hay que fijarse mucho en la clasificación, sino en el rival". "Al 100 % podemos ponerselo difícil a cualquiera pero si bajamos un poco el nivel nos puede ganar cualquiera. Estamos en preaviso, sabemos lo que tenemos que hacer y va a ser un partido muy difícil".
El entrenador ilicitano ha afirmado que le importa "el cómo, la forma en que ganemos, me da igual que sea en el 2 que en el 95. Semana a semana intentamos mejorar en lo ofensivo y lo defensivo. El cuerpo técnico y los jugadores trabajamos en ir mejorando. Ojalá pronto podamos ofrecer una buena imagen y si llegan los goles mejor".
Guilló ha asegurado que la afición es un jugador más que "los escuchamos, que nos hacen impulsarnos cuando las cosas están mal y que cuando el equipo está bien nos hacen subir nuestro mejor Miguel. Esperamos su mejor versión al igual que ellos la nuestra".
Conclusión despues del desastre de Riazor: "El resultado es muy dañino, pero en la primera parte pasaron pocas cosas, nosotros nos pegamos un tiro en el pie, no estuvimos bien en ciertas acciones, pero la primera parte por más que te llevas 3-0 no hubo un festival de ocasiones, donde tuvimos un gran margen de mejora es con el balón. Esa es la realidad, no creamos peligro. Si hay conclusiones, es que ofreciendo tan poco a nivel ofensivo es difícil ganar partidos. A nivel defensivo hubo errores, que a veces son accidentes. Tenemos que saber corregir otras opciones, pero vino uno de un saque de banda y dos faltas de su área, de un pelotazo del portero y otro en un despiste. He visto el video y lo he hecho ver a los jugadores para saber que, cuando estamos ordenados y presionamos alto, ha habido primeras partes parecidas y nos hemos ido con 0-0 al descanso e incluso por delante en ocasiones. Para mí el gran margen de mejora en este partido y más allá del resultado, y de la segunda parte, está con el balón".
Ha aludido a relajación y falta de concentración contra equipos como el Dépor "te lo hacen pagar. Lo repetimos allí, en el descanso y al final. Nosotros a pleno rendimiento vamos a competir con cualquier equipo", pero "cuando hacemos más cosas de las que debemos o no estar concentrados o si no somos contundentes te llevas estos palos".
De vuelta al Granada, ha reconocido que en su situación surgen las incertidumbres. "Tenemos que poner más en nosotros, recuperar sensaciones, que no nos haga pensar el resultado", y el punto de partida es el de los primeros minutos del Málaga. "El Granada es un equipo que va a dar muchísima guerra, nos lo va a poner difícil".
Ha agregado el técnico azulgrana sobre la variación en los sistemas que, "cuando empiezas con un sistema de cinco empiezas con una idea la semana", pero luego se ajustan. "Al presionar alto, la estructura del equipo rival te hace moverte", entonces se ajusta a cuatro. "No descarto para nada iniciar partidos con cuatro o cinco defensas, porque eso es riqueza táctica y riqueza del equipo. El día del Éibar o del Málaga, si no hubiéramos pasado a cuatro no habríamos tenido ajustes que nos permitieran hacer mejores transiciones". No es cuestión de giros de guión, sino "que te tienes que adaptar a lo que hay en el campo en el momento".
Ha asegurado que Pulido va a volver y habrá cambios. "Soy un entrenador al que gusta mover el árbol y adaptarme. Tengo muchos jugadores para elegir en cada partido. Va a haber cambios". No será para un jugador en entredicho por su actuación en La Coruña, Sergio Arribas, del que ha reconocido errores o excesos de ímpetu: "No soy un entrenador al que guste castigar errores. Va a estar en el partido".