René Descartes planteó como una de sus grandes contribuciones a los saberes humanos la duda metódica, que no era sino el rechazo como absolutamente falso de todo lo que lo que es dubitable. Todo aquello ante lo que nos rascamos la cabeza y desconocemos si va para adelante o para atrás, si es rojo o amarillo, si crece o decrece.
El Tenerife-Huesca ha dejado espacio a la aplicación del método pero convendremos que despejar las incertidumbres exige, ante todo, una cierta serenidad. Vamos con algunas de ellas que nos llegan desde la isla que, como cantaban Los Mismos, tiene seguro de sol:
1.- ¿Descompresión o casualidad? Han incidido entrenador y jugadores que están enchufados, pero el desaguisado de esta tarde pudiera inducir a ponerlo en duda. Mi respuesta es que, esta tarde, el desajuste coral ha evidenciado que la humildad es la fórmula de crecimiento de los jugadores. La relajación mata a quien Salamanca no le ha sobredotado. Confiemos en que no sea el caso y la ambición siga planeando la Base y El Alcoraz.
2.- El valor de las ausencias. ¿Sin Sielva, Soko, Javi Hernández,... el equipo es incapaz? En la fórmula sofista -o gallega- de replicar con otra pregunta, ¿cada vez que han estado ausentes se ha perdido? La casuística demuestra que no, lo cual no empece para que su presencia, como el anuncio del anís, siempre agrade.
3.- Muerta la racha de 14 "invictus", ¿se avecina otra de derrotas? El infinito histórico del fútbol reza que no necesariamente. Así que la versión agorera no es infalible.
4.- ¿El trabajo y la recuperación anímica garantiza devolver la tendencia triunfal? No, porque al final siempre están enfrente otros once cuyos entrenadores laboral en la reconstrucción neuronal de los suyos y en la regeneración física. Así que el Huesca puede volver a ganar, puede volver a perder e incluso empatar. Los negros, los blancos y los grises sin solución de continuidad. Pero, por pasiva, podemos afirmar que sin trabajo y recuperación anímica no habrá, seguro, nada.
5.- Con las altas tras las bajas, ¿se refuerzan las opciones para el objetivo? Evidentemente, en estructuras de recursos limitados, cada actor tiene su papel y suma. Una reflexión para la esperanza, pero sin certezas porque las certezas son del mundo de Descartes, no del fútbol.
6.- ¿Se puede repetir la historia de aquel patético 1-0 en El Sardinero con el Racing descendido al que luego sucedió el segundo ascenso a Primera División? Ojalá. Pero el deseo no elimina las dudas, y los precedentes no implican nada.
Así la situación, el mejor remedio contra esta pequeña herida, esta mini depresión y contra este considerable disgusto, también para la afición, es mirar la clasificación, ese cuarto puesto -quizás sea quinto si el Levante supera al colista- es un punto de partida extraordinario para afrontar los retos de los mejores de la categoría, que a la sazón son los que mejor se le dan a los de Hidalgo. Es la nueva teoría de la relatividad. Así que la duda metódica ha de ser reemplazada por esa maravillosa descripción de Camilo José Cela: "La duda, esa vaga nubecilla que, a veces, habita los cerebros, también puede entenderse como un regalo. Y no lo es -lo que queda dicho- una aseveración, ya que, sobre ella, tengo también mis dudas".
P.D.: Consideremos este tropiezo como un respiro para tomar impulso. Luego, el tiempo dictará sentencia.