Sociedad Deportiva Huesca: ¡Sí, se puede! la gloria y una nueva etapa

Un alivio después de una temporada truculenta, con un final feliz después de un rosario de desatinos

26 de Mayo de 2024
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Sociedad Deportiva Huesca: ¡Sí, se puede! la gloria y una nueva etapa
Sociedad Deportiva Huesca: ¡Sí, se puede! la gloria y una nueva etapa

¡Sí, se puede! En el Huesca, durante meses, la afición, Hidalgo y los jugadores han entonado el espíritu de Resistiré y han elevado plegarias a San Lorenzo y San Jorge. La salvación una jornada antes del final de la temporada constituye un éxito y una extrañeza, una demostración de que el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y antes siempre ganaban los alemanes y ahora está más abierto. No es habitual que un club sumido en una crisis institucional tan profunda como la del Huesca haya conseguido el objetivo de continuar en el fútbol profesional.

Quizás podamos convenir que se cumple aquel aforismo de hacer de la necesidad virtud. Pero eso es voluntarismo, porque sostendrán la misma necesidad en Alcorcón o en Andorra, en Amorebieta y hasta en Villarreal. Cada uno sangramos por nuestra herida. Y, sin embargo, considero que en este aciago curso ha habido un punto de inflexión decisivo, y no es preciso encarnizarse. Pensemos simplemente que era perentorio. Ese momento fue el principio del fin del petonismo, el mismo petonismo que fue inspirador y glorioso, pero que había empezado a mostrar debilidades -probablemente porque ni el que daba nombre al fenómeno era consciente del declive catastrófico y de actitudes inaceptables-.

Era una corriente de opinión interna y endógena por la que se relativizaban 7,8 millones de pérdidas, se abundaba en que la economía estaba de pistón y que podíamos permitirnos otros dos kilitos en números rojos que al final van a ser más del doble. Es ese movimiento hacia el abismo que exige una comparativa con modelos próximos, como el del Balonmano Huesca exitoso desde hace montón de años, serio, sostenible y riguroso, que a final de la temporada pasada andaba apurado por no haber cubierto 35.000 euros, siendo como es merecedor de todo el apoyo público y privado.

El cambio en la presidencia de la Fundación definió una nueva cultura de cambios lentos -para algunos, y me incluyo, demasiado pausados- pero imparables Paso firme. Es el ritmo del pragmatismo. Si echamos la vista atrás, desde cuando Manuel Ollé tomó las riendas hasta este domingo glorioso de 26 de mayo de 2024, al Huesca no lo conoce ni la madre que lo parió, a pesar de que ha habido inercias, resistencias, desafueros y derroches inadmisibles. Hoy, hay esperanza.

La afición y la meritoria plantilla (hay que reconocerles su estajanovismo, habida cuenta que en una parte Salmántica no prestaba lo que natura no daba), con Antonio Hidalgo como elemento fundamental (podemos discutirle cuestiones puntuales, pero no el espíritu) han salvado a este equipo y ahora es la hora de recuperar a ese soldado Ryan que es el club. No ha de quedar ni rastro de la época pretérita, aunque a todo el mundo se ha de decir adiós con agradecimiento por los servicios prestados, porque cada cual tiene también su balanza de aciertos y errores subjetivos. Los números cantan y ahora el Huesca precisa de un plan de emergencia nacional (nacional, entiéndase, nacional, y hasta regional) que es mucho más factible con el mantenimiento en el fútbol profesional. Esta tarde-noche, el sol duerme en el horizonte y brotará en la aurora del 27 de mayo de 2024. Habrá de ser con otros cerebros y quizás otros brazos. Pero será. Habrá un día en que todos, al levantar la vista...

P.D.: La campaña ¡Huesca, sí se puede! de EL DIARIO DE HUESCA ha reunido un buen grupo de aficionados que han explicado a los futbolistas lo importante que es para esta provincia la Sociedad Deportiva. Fue una idea que nació incluso en medio de alguna incomprensión pensando que se mercantilizaba la información, algo que el tiempo y la seriedad editorial de esta casa desmintió muy pronto. Nada ha habido en los últimos años más desleal a nuestro club que aplaudir los desatinos y los excesos. Hoy estamos muy felices porque nosotros, como las mujeres y hombres que se vieron cara a cara con el míster y los jugadores, creímos. Comenzó con el equipo en el pozo del descenso y ha salido. No hemos metido goles, pero nos alegra haber ayudado a establecer el estado de ánimo para marcarlos. Y ahora, todos, Fieles siempre sin reblar.

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