Son sólo dos ejemplos de cómo competir en el fútbol mientras se celebra el Ramadán. Durante este periodo de ayuno y crecimiento espiritual, los deportistas no cesan su actividad, pero sí deben buscar fórmulas para que su rendimiento no disminuya durante ese mes. El pasado domingo comenzó el Ramadán.
Alassane Diallo, jugador del Internacional de Huesca de Regional Preferente, comenta que "empezamos hace unos días y el cuerpo se está adaptando todavía. Cuando llevemos un poquito más, será más duro porque las horas van aumentando y ya pasas de tener que cenar a las 19 a cenar a las 20:30h. Las horas van variando".
Tiene la incertidumbre por ver cómo le va a sentar el ayuno este domingo, cuando su equipo se enfrente al Montecarlo a las 12:30h. Además, por si fuera poco, Ala viene de sanción y la pasada jornada no pudo jugar, por lo tanto el ritmo de competición será algo más bajo que el de sus compañeros. "De normal lo llevamos bastante bien", añade encontrando el lado positivo.
En este periodo es bueno introducir muchas más proteína y carbohidratos, con el fin de que el cuerpo "tenga más energía" para afrontar todo el periodo solar. "Hay que comer mucha carne y arroz y, aunque a esas horas no entra, hay que obligarlo. Hay que intentar adaptar los horarios hasta las cinco de la mañana", subraya.
La luna marca cada año el inicio del ramadán y, normalmente, cada vez se suele retrasar un mes. Por lo tanto, el año que viene comenzará en abril y cada vez se aproximará más a verano. Un hecho que perjudica y mucho a los deportistas.
Souleymane Sidibe juega en la UD Barbastro de Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol español: "Lo compagino bien, pero hay que tener una buena alimentación por la noche. Me tengo que hidratar mucho, pero más o menos ya estoy acostumbrado. No me suele afectar tanto".
Se trata de una categoría mucho más exigente que Preferente, con más horas de entrenamiento y, por lo tanto, de trabajo, pero Soule asevera que todo es mental. Esa es una de las claves para sobrellevarlo: "Mientras no pienses que tienes hambre, ya está. Hay un trabajo psicológico y para eso hay que concentrarse".
Explica que en su caso no sigue ninguna dieta especial para este periodo del Ramadán, aunque los días de partido sí que toma más proteína y muchos más batidos, "pero no suelo cambiar nada más". Además, con la alimentación que hay hoy en día, es más sencillo llegar al mínimo que el cuerpo necesita. "Con una cucharada XXL de proteína, a volar", comenta riendo.