En un entorno que podría superar a cualquier sueño se encuentran situados los picos Petraficha y Quimboa Alto, más bien podría parecer estar en esa parte del Tirol Italiano donde se encuentran los Dolomitas.
Estas montañas envueltas entre acantilados, barrancos y torrentes de agua que se descuelgan por paredes con tonos rojizos y que están todavía cubiertas de nieve van a ser protagonistas de nuestra aventura de hoy.
En esta ocasión el grupo Travesías Pirenaicas de Peña Guara se desplaza pasando la Selva de Oza hacia el aparcamiento de Guarrinza al cual se accede después de pasar el camping de Oza por una pista ahora asfaltada, que luego se convierte en una pista sin asfaltar, y poco después de pasar por un puente de hierro dejamos los vehículos.
Las previsiones meteorológicas no eran muy buenas por lo cual en esta ocasión el grupo es menos numeroso formado por diez componentes. Sin embargo, con gran optimismo los componentes del grupo se ponen en marcha como en otras ocasiones dispuestos a pasar el mejor día posible.
El cielo está encapotado, pero todavía le da un ambiente si cabe más impresionante al entorno, sabemos que en cualquier momento nos puede caer un chaparrón, pero como ya se suele decir en caso de que esto suceda pues "la dejaremos caer".
Comenzamos el ascenso por unas laderas de hierba verde de fácil caminar en dirección hacia una Borda que todavía se tiene en pie, aunque la techumbre está mal estado. Por ese punto de la travesía comienza a salir por momentos el sol, cosa que agradecemos y nos damos cuenta de que a veces las previsiones, sobre todo en primavera, no son del todo exactas.
Levanta el día y de frente nos topamos con el Mallo de Acherito y las verticales Agujas d’Ansabere justo a la derecha de nuestro destino de hoy. Poco a poco se va estrechando el vallecito inclinado que tenemos que atravesar para llegar al collado de Petraficha. Antes del collado tenemos que ascender un corredor por terreno mixto, (nieve y roca) de bastante inclinación.
Una vez ya en el collado echamos un bocado que sabe a gloria pues ya llevamos 1 hora y tres cuartos y de ascenso para 800 metros de desnivel en las piernas. Después de la breve pausa nos disponemos haciendo una diagonal a superar una pared que tenemos a la derecha atravesando de vez en cuando algún que otro nevero que nos hace sacar el piolet.
Una vez hecha esa diagonal nos plantamos en una arista que nos lleva directamente con bastante desnivel hacia el Petraficha Sur, en ese punto ya llevamos más de 1.000 metros de desnivel así que disfrutamos de la cima haciendo alguna foto y nos disponemos para acometer la cima principal del Petraficha (2186m), que está unida al Petraficha Sur que acabamos de ascender por una larga cresta-cordal.
Las vistas desde este pico son inmejorables, por un lado, tenemos todo el valle de Oza, el Castillo de Acher y hasta el valle de aguas Tuertas con sus picos Arlet y D'Ailary a la izquierda, al fondo el pico Acué y por el otro lado de la cresta ahora a nuestra espalda la cresta de los Alanos en el valle de Zuriza.
Hacemos unas cuantas fotos y nos ponemos en marcha siguiendo por el nevado cordal hacia los picos Quimboas (2186m) que se pueden ya observar algo lejos pero que son nuestro objetivo final de hoy.
Una vez en la cima del Quimboa Alto hacemos una breve parada para vislumbrar enfrente el ibón de Acherito y la cresta del Cristian y el Mallo de las Foyas que ascendimos con el grupo el año pasado y hacia el norte los picos Petrechema y la Mesa de los tres Reyes.
Para el regreso utilizamos el mismo camino haciendo una parada para comer sobre las 14h de la tarde.
Han sido unas 7 horas con paradas incluidas y 1.240 metros de desnivel positivo y negativo para unos 14 km de actividad.
El día ha cundido y el grupo ha respondido con una palpable satisfacción, nosotros los montañeros sabemos que este no es un deporte en el que solo cuenta la condición física, se tienen que juntar también las condiciones climáticas y mentales y cuando sucede esta simbiosis, el universo con el permiso de las montañas nos da lo que necesitamos.