Escondido entre el puntal de Agüerri y el pico Secús se encuentra un cordal que en forma de cresta se alza con orgullo formando un pequeño grupo de picos llamados los Costatizas, presididos por el principal con 2.322 metros de altitud.
Su ascenso, sobre todo a partir del collado de Taxeras sin sendero definido, resulta de un nivel moderado, especialmente con nieve aun conociendo el terreno.
Cuando se inicia una ascensión como esta, pese haberla reconocido con antelación y sobre todo en las condiciones poco favorables del sábado con llovizna, vientos en altura, poca visibilidad y nieve a partir de unos 1.900 metros de altitud, resulta todavía más difícil.
Comienza la aventura... Nos trasladamos hacia la población de Hecho y poco después de pasar Siresa, sale una pista asfaltada que se dirige hacia el refugio de Gabardito (1.340 metros), lugar donde termina la pista. Nosotros dejamos los vehículos en un parking poco más arriba del refugio.
Una vez explicadas las opciones de la travesía más adecuadas al grupo, nos ponemos en marcha con el material apropiado, crampones, piolet, etc. Pronto abandonamos un tramo de pista y comenzamos a marchar por la senda que se dirige después de pasar unos verticales paredones hacia Taxeras, siguiendo las indicaciones del sendero.
Poco después nos encontramos con el "Salto de la Vieja", nombre que tiene la cascada que dejamos a la derecha, y después de cruzar el torrente nos adentrarnos en un valle con un río a la derecha que nos acompaña hasta unos corrales para el ganado. En este punto de la excursión comienza a llover ligeramente y ahora tenemos que cruzar el río que en esta ocasión baja bravo así que de piedra en piedra logramos salvarlo con pericia ya que no queremos caer.
Una vez cruzado el río giramos hacia la izquierda y comenzamos a subir el recóndito barranco de Taxeras, perplejos de las hermosas cascadas que se precipitan sin pedir permiso, dejando ver la naturaleza en su más salvaje esplendor.
Después nos toca volver a cruzar el barranco intentando no caer en el agua. Cada vez llueve con más intensidad así que al llegar al refugio de Taxeras, una casita de unos 10 metros cuadrados, nos metemos todos pegados a las paredes y de pie para echar un bocado en nuestros mojados cuerpos. En esta ocasión el grupo está formado por 14 componentes con igualdad de número entre chicos y chicas, cabemos todos en el pequeño edificio por los pelos.
Poco después proseguimos de nuevo en marcha con la moral alta, pero con algunas dudas de poder llegar hasta la cima. Ahora, a unos 1.900 metros de altura, comienza a nevar y con bastante niebla que dificulta el rumbo a seguir.

Vamos atravesando neveros subiendo una fuerte pendiente en forma de canal que se intuye que desciende del collado de Agüerri y con el collado de Secús en la espalda hasta que cambiamos a la derecha de la canal ya todo cubierto por un grueso manto de nieve.
Aquí, para evitar seguir por un nevero de mucha inclinación, seguimos avanzando por una pared a la derecha que nos hace poner las manos en alguna ocasión, mejor no mirar a la izquierda, el patio es notorio.
Sin prisa, pero sin reblar llegamos al collado de Agüerri donde hacemos una breve pausa para reunir al grupo, aquí la ventisca se hace más fuerte y la visibilidad casi nula. Aun así, seguimos avanzando en parte gracias al GPS ya que no alcanzamos a ver más de 20 metros.
El viento nos zarandea y la nieve nos golpea en la cara notando incluso pinchazos. Paramos un momento y se hace recuento dándonos cuenta de que faltan dos miembros del grupo así que esperamos un instante y comienzan a distinguirse sus siluetas. Hay un momento en el que vemos una forma que parece ser un pico y nos vamos directamente hacia él.
Parece que hemos llegado a una de las cimas del Costatizas así que damos por concluida la aventura. Hacemos alguna foto y regresamos, no está el día para más, y contentos de que lo hemos conseguido desandamos por nuestra huella en la nieve que tan apenas podemos ver.
Seguimos para abajo y volvemos a parar en el pequeño refugio de Taxeras para comer, sigue todavía lloviendo. Hemos hecho más de 18 kilómetros y un desnivel de casi 1.200 metros en unas condiciones infernales, pero la montaña es así y aún con todo agradecemos al Costatizas dejarnos subir.