Vibrante triunfo de los equinos en el XXIV Desafío Hombre contra caballo de Lanaja

"Aire" y "Lucanito", montados por Elena Varona y Tomás Luna, se impusieron a los atletas

D.H.
25 de Septiembre de 2023
Guardar
Foto de familia, con las mairalesas y la alcaldesa Arancha Barcos.
Foto de familia, con las mairalesas y la alcaldesa Arancha Barcos.

Cientos de personas disfrutaron de un emocionante desafío entre la yegua “Aire” y el caballo "Lucanito", montados respectivamente por Elena Varona y Tomás Luna, y el sexteto de atletas formado por tres corredores de Lanaja (Aitor Abadías, Saúl Gazol y Jorge Soto)  y otras tres corredoras del club Scorpio de Zaragoza (Julia Muñoz, Lucía Sancho y Mercedes Carretero.

La carrera tiene su origen en un curioso desafío que tuvo lugar después de la carrera pedestre de las fiestas de San Mateo de Lanaja en 1950. El alcalde Jesús Abad apostó con el médico Serafín Gazol a que el vencedor de la carrera pedestre, Alberto Murillo, destacado corredora de Leciñena, sería capaz de vencer a un caballo. Tuvo lugar el reto y ganó el caballo, montado por Jenaro Cazcarro. En 1995 se quiso rememorar aquel desafío y este año se ha cumplido la XXIV edición.

Competían dos equinos con amplia experiencia en saltos y raids, que se relevaban cada dos vueltas en un circuito de unos trescientos metros, ovalado y apuntado en uno de sus extremos para dificultar el giro del cuadrúpedo. Los atletas se relevaban cada media vuelta, así hasta completar 12 vueltas (unos 3.500 m.)

La alcaldesa Arancha Barcos fue la encargada de dar la salida a “Lucanito” con su jinete Tomás Luna y al atleta de Lanaja Saúl Gazol. Desde el inicio, la competencia entre los equinos y los atletas fue vibrante para el público, manteniendo ambos rivales una igualdad persistente, con adelantamientos continuos por las dos partes. A los caballos también se les había colocado un obstáculo con alpacas de paja que debían saltar en cada vuelta.

Hombres y mujeres se esforzaron al máximo, más aún al ver que hasta la última vuelta nada estaba decidido. Aitor hacía el último relevo, la yegua “Aire” magistralmente manejada por Elena Varona iba detrás, y prácticamente en la línea de meta “Aire” adelantaba al hombre.

Un año más, el caballo o la yegua vencía al hombre, y van 14, por 6 victorias de hombres y mujeres. El público pudo disfrutar de una de las ediciones más emocionantes, no obstante, Domingo Aznar, jinete del desafío en seis ediciones, preguntado por sus impresiones, dio la respuesta en cuatro palabras: “los caballos han jugado”.

A continuación hubo una exhibición no exenta de competitividad tan emocionante como la carrera anterior. Primero la yegua “Aire” con su amazona Elena Varona iba a dar una vuelta saltando el obstáculo elevado con doble alpaca, y al pasar por meta comenzaría una segunda vuelta competitiva contra los tres corredores locales a relevos.

Saúl Gazol volvía a comenzar el segundo desafío. Habían pactado que saldría antes de que “Aire” llegara a la línea de meta, pero no a tanta distancia como lo hizo. Aitór Abadías hacía el segundo relevo. Jorge Soto podía alcanzar la gloria con la tercera posta. Parecía imposible que la yegua pudiera vencer; en la última recta casi sobre la misma línea “Aire” y su amazona Elena Varona volvían a imponer su ley ante la “desesperación” de los atletas.

Saúl Gazol sentenciaba, “ni aún haciendo trampas hemos podido vencer”. Domingo Aznar tenía razón, los caballos jugaron, y mucho, porque con cualquier pequeña incidencia hubieran podido perder un trofeo que la naturaleza les había adjudicado.

La alcaldesa Arancha Barcos entregó el merecido galardón a Elena Varona y a Tomás Luna, y todos los participantes, juntos, tras las felicitaciones, protagonizaron las fotografías para el recuerdo.  

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante