El partido de la Sociedad Deportiva Huesca en Ferrol demostró que incluso una escapada fugaz puede deparar vivencias ora entrañables, ora deslumbrantes, ora pletóricas de remembranzas, incluso casuales. Es lo que sucedió a un grupo de aficionados azulgranas que se plantaron en la ciudad coruñesa en la que, con la enseña del Foro Oscense, disfrutaron de un encuentro en el que parecían combinarse en la acción la magia de Huesca y las meigas gallegas para propiciar una atmósfera de complicidad en un entorno estupendo.
Eloy Solano y Javito Rico compartieron una charla interesantísima con un periodista de Ferrol que fue un cicerone ideal por sus conocimientos para la ciudad, con la peculiaridad de que también profundizaba en los conocimientos sobre Huesca. Como dice Eloy Solano "una enciclopedia futbolera", con lo cual se prolongó la charrada en medio de una fluidez que achicaba el tiempo.
Porque el mundo es un pañuelo, Eloy y Javito también se encontraron en el mismo entorno -el que se aprecia en las fotografías- con Gerardo Molina. ¿Quién es Gerardo Molina? Pues una institución en Ferrol y el Racing de Ferrol, al que ha estado ligado décadas en diferentes funciones, entre ellas la de entrenador. Siguió ligado al club ferrolano hasta que cumplió 80 años, jubilación contra su voluntad porque creía que podía seguir siendo útil, pero la profesionalización en el fútbol conlleva estos sacrificios.

Hoy, con 81 primaveras, Gerardo Molina se acuerda de todos los jugadores que ha dirigido en Galicia en los cuatro equipos cuyo banquillo ha ocupado. Incluido un señor de Lalueza, don Agustín Peralta, mito también del Huesca, fino centrocampista que fue y que dejó su huella en distintas temporadas en Galicia, entre ellas en el Deportivo de la Coruña y el Lugo. Gerardo dio a los oscenses muchos recuerdos para Agustín, "que dejó muy buenos amigos por Galicia", donde le quieren mucho.
Después de gozar de la buena gastronomía y la afabilidad gallega, que es legendaria, los oscenses se dirigieron al estadio de A Malata donde completaron la jornada con la alegría por los goles de Ángel Pérez y Samuel Ntamack. Un brindis para seguir con la Copa, para continuar recorriendo España y constatar que en todos -o casi todos- los sitios de la piel de toro hay hospitalidad.
