Ziganda debe elegir

De los baches se sale con dos cosas: talento y personalidad. Y me atrevería a decir que con un poco más de lo segundo que de lo primero

Luis Costa
Programador cultural
13 de Septiembre de 2023
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Cuco Ziganda, entrenador del Huesca.
Cuco Ziganda, entrenador del Huesca.

"Si voy a perder, quiero elegir cómo hacerlo". Seguramente no será la primera vez que me lean esta frase, ni probablemente la última. Le leí hace mucho, y la verdad es que siempre la he tenido muy presente.

Sin ir más lejos, nada más finalizar el partido en Butarque me vino a la cabeza. Y es que la sensación que me dejó el partido es que esta SD Huesca, hasta el momento, está viajando por la categoría sin saber muy bien cómo quiere ganar. Incluso a veces pienso que sólo conoce el camino del empate, y todo lo que sea salir de él es territorio desconocido.

La temporada pasada la idea de Ziganda caló rápido entre los jugadores. Gustaba más o menos, pero todos sabíamos que para ganar al Huesca había que sufrir y mucho. Porque esto va más allá de jugadores -ya dije la semana pasada que esta plantilla está, en estos momentos, uno o dos escalones por debajo de la anterior-; se trata de identidad de equipo. Y aquí es donde radica el problema, no el único, pero quizás uno de los más apremiantes en solucionar. 

En el inicio de pretemporada y durante las dos primeras jornadas se intentó jugar desde atrás, con un repliegue más alto y con 3 centrales, en teoría para ser un equipo con más capacidad de ganar duelos y ser más dominadores a través del balón. Pero salió mal. Así que en Santander, frente al Racing, Ziganda dio un giro y recuperó el modelo de la temporada pasada, con un equipo con repliegue intensivo, sin preocuparle ser protagonista con balón e intentando robar en campo propio para tener metros por delante y poder correr. Y quizá ahí es donde vimos a un Huesca más reconocible. Pero todo ello confundió al futbolista. Y me explico.

Desde esa tercera jornada el equipo vive y transita entre estas dos ideas: la que Ziganda quería implementar este año y la del año pasado. Entre ir arriba a presionar o esperar para robar. Entre tenerla y defender con balón, o dar el balón al contrario para hacerles daño tras un robo. Y, al final, lo que pasa es que esta SD Huesca carece de una identidad que es indispensable para competir en 2ª División. Y más todavía este año, donde el bloque tiene que ser nuestro mejor jugador, por encima de individualidades.

Así que 2-0 se perdió en Leganés en un partido que fuimos a empatar y acabamos perdiendo. En el que se puso de manifiesto que nos cuesta un mundo generar y que estamos muy lejos de ser sólidos en defensa. Sólo tras las entradas de Mier y Vallejo se jugó a otra cosa; vimos los mejores minutos, pero entonces, como viene pasando de forma habitual, nos hicieron daño con muy poco. Porque también, dejando a un lado las urgencias de Ziganda de convencer a los jugadores de cuál debe ser el plan a seguir para ganar, éstos han de dar un paso al frente. Porque de los baches se sale con dos cosas: talento y personalidad. Y me atrevería a decir que con un poco más de lo segundo que de lo primero.

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