El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) se encuentra en fase de estudio de cincuenta proyectos de instalación de plantas de biogás y biometano, una solución que se expande por toda Europa aprovechando sus prestaciones exentas de riesgos, asegura Fernando Salvador, delegado de la zona norte de Redexis.
Este experto esclarece la realidad de una fuente de energía que, asegura, tiene cuatro grandes ventajas. En primer lugar, para el medio ambiente, porque favorece la producción agroganadera y de biofertilizantes orgánicos, además de eliminar los purines.
Segundo, su contribución a la “transición ecológica, ya que incide en la autonomía energética. En vez de depender del gas de Rusia, podemos producirlo en España” y, paralelamente, se coadyuva a la descarbonización.
Tercero, “se explota la economía circular, por cuanto contribuye a generar recursos en las zonas rurales. Los residuos de la producción ganadera, la biomasa agrícola y ganadera, vuelven a ser utilizados como energía, se inyectan a la red”.
Y, en cuarto lugar, hay “un beneficio para la sociedad, porque se impulsa la producción local, la agricultura, la ganadería y la actividad en el medio rural”.
Fernando Salvador asegura que, “en términos generales, no suele dar problemas. La normativa dice que han de estar alejados de las poblaciones dos kilómetros y de hecho el Inaga analiza los proyectos que demandan la lejanía de los núcleos urbanos”.
Una de las afecciones de algunos movimientos contrarios a plantas de biogás es la de “los olores, pero en realidad las plantas de biogás no desprenden ningún olor. Nosotros tenemos dos plantas de biometano y una de biogás en Murcia y Soria, y no hay olores. Son plantas de última generación y se adoptan todas las medidas necesarias para que no haya ninguna incomodidad en el entorno. En el Inaga hay 50 proyectos presentados de todo Aragón y cada empresa adapta a los condicionantes las medidas para que las afecciones sean nulas”.
El Plan Energético de Aragón contempla 1,4 teravatios en producción antes de 2030 y un estudio de Sedigás afirma que España puede producir 163 teravatios con biometano y biogás. Sostiene que, en Aragón, el potencial es de 17,6 teravatios y ofrece una solución a un problema serio como es el de la gestión de los purines a través de plantas seguras.
Por otro lado, toda Europa está decantándose por estas energías: en Francia cada mes se aprueba una planta, y se está extendiendo en Alemania, Dinamarca e Italia “gracias a unas tecnologías muy competitivas”.