Defeder Alcolea, empresa oscense especializada en el desarrollo de productos 100% ecológicos para la agricultura y alimentación animal, y Eboca, compañía centrada en máquinas de vending de café, han llegado a un acuerdo de colaboración para que los posos del café pasen a ser abono ecológico y no terminen en la basura, integrando las voluntades en la circularidad de la economía que es una de las grandes fortalezas de la entidad mediocinqueña.
Recuerdan en un comunicado que, en España, se generan alrededor de 20 millones de toneladas de posos de café anuales, de ellos 70 toneladas producidas por las máquinas de Eboca. Gracias a su certificación de café ecológico, la materia prima pasará directamente al proceso de fabricación de abono ecológico de Defeder en sus instalaciones de Monzón.
La fortaleza de los residuos de café como subproducto para fabricación de abono ecológico se refleja en la incorporación casi inmediata en el proceso de fabricación. Otros subproductos, como el estiércol, deben esperar entre 3 y 8 meses almacenados para poder ser utilizados.
Joaquín Saila, gerente de Defeder, asegura que, “más que por la alta cantidad de nutrientes que aportan, los posos de café actúan como desinfectante con sus ácidos y materia orgánica. Dejan el terreno esponjoso para que al aplicar cualquier otro producto se facilite la activación del mismo”. Los ácidos húmicos y fúlvicos sirven, además de la propia materia orgánica de los posos de café, para mejorar la estructura de los abonos producidos por la compañía.
En Eboca, garantizan que “este proyecto será algo muy positivo. La percepción de la importancia y necesidad de cuidar el medio ambiente está en nuestro día a día y seguro que si una persona conoce que ese café que se está tomando tendrá una segunda vida y no generará residuo será muy positivo. Se cierra el círculo desde la propia plantación del café hasta que vuelve a la tierra para nutrir más plantas. Este proyecto es pionero y estamos convencidos de que los clientes valorarán este esfuerzo que se va a realizar con el fin de dar una segunda vida a un producto que hasta hoy se desechaba”.
La ambición del proyecto esrriba en su ejemplaridad en el sector del vending e incluso de la hostelería, "que marque el rumbo a seguir y que los posos de café se pongan en valor. La recogida de posos de café debería ser una prioridad por el volumen de éstos que se genera a diario en nuestro país y sería muy interesante que otras zonas y empresas tomaran el testigo e iniciaran también proyectos de este tipo".