Las empresas de la provincia de Huesca son cada vez más grandes en cuanto a volumen de negocio, pero sus márgenes son cada vez más pequeños, según se desprende de los datos de las cuentas depositadas en el Registro Mercantil tal y como ha explicado el economista Miguel Ángel Lacoma. Coincide esta apreciación con la expresada por el catedrático Marcos Sanso en la presentación de los resultados de 2022 en la Cámara de Comercio.
La cifra de negocio media ha crecido desde los 2,02 millones de euros en 2019 hasta los 2,66 millones de euros el pasado año, casi un 32%. “A priori podría ser un buen dato, pero realmente, no son importantes las ventas sino los resultados”, asegura el economista especializado en finanzas de empresa.
De las estadísticas se deriva que que el margen bruto generado por las compañías de la provincia decrece año a año, pasando de un 31,9% en 2019 hasta caer al 27,1% en los resultados de 2022.
Atendiendo a los beneficios netos recogidos de las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil, siguen la tendencia decreciente del margen bruto. La rentabilidad sobre ventas obtenida en 2019 estaba en torno al 6%, mientras que durante el pasado año 2022 apenas supera el 3,4%.
Durante el año 2022, los gastos financieros superan, por primera vez en el periodo, a los ingresos financieros, “algo esperable teniendo en cuenta las subidas de tipos de interés por parte del BCE” afirma Miguel Ángel Lacoma.
En cuanto al endeudamiento se mantiene ligeramente por debajo del 50%, un dato muy bueno, significativamente inferior a la media nacional. “Las empresas oscenses deberían priorizar la gestión del margen dejando a un lado el crecimiento, porque a la vista de los datos no es sostenible y este problema de rentabilidad, pasará factura a largo plazo” concluye Lacoma.