Canfranc Estación abrió este viernes su Feria de Antigüedades, Coleccionismo y Vintage con una afluencia que desbordó las previsiones y confirmó la fuerza con la que el certamen regresa al calendario cultural del Pirineo. El Pabellón Municipal se llenó desde el arranque y evidenció que el público esperaba la vuelta de esta cita.
La feria, inaugurada con un vino español y de entrada libre, permanecerá abierta hasta el 8 de diciembre con horarios ampliados durante el fin de semana. El cartel oficial, ilustrado con una imagen de 1925 de la Estación Internacional de Canfranc, recuerda el vínculo histórico entre la localidad y el comercio cultural, un lazo que este encuentro contribuye a reforzar.
La organización corre a cargo de Ferias Huesca, dirigida por Vicente Alcubierre desde Muebles Alcubierre. El certamen original nació en el año 2000 y fue recuperado alrededor de 2015 por su padre, también dedicado al sector de las antigüedades. Tras un nuevo periodo de pausa, Ferias Huesca lo relanza ahora con una respuesta que su promotor considera excepcional.
Durante el acto inaugural, Alcubierre agradeció públicamente la confianza de expositores y visitantes y subrayó el carácter cultural de la feria. Destacó que el evento se organiza sin beneficio económico y que su propósito es fomentar y divulgar la cultura de las antigüedades en la provincia. Recordó que este mundo sorprende incluso a quienes creen que no les interesa hasta que descubren la amplitud del patrimonio material que reúne.
El organizador expresó además su agradecimiento al Ayuntamiento de Canfranc y al alcalde por la colaboración prestada. Señaló la importancia del puente festivo, que este año se prevé de gran afluencia por la meteorología favorable y por la concentración de estancias cortas. Subrayó la oportunidad de que la feria actúe como alternativa cultural al turismo de esquí y deseó a los expositores una buena experiencia comercial.
El recorrido por los estands muestra la amplitud de la oferta, con indumentaria regional, mantones, lino antiguo, forja artesanal, pilas de mármol, tinajas, decoración, arte, pintura, tallas, relojería, plata, joyería y un notable espacio de coleccionismo que incluye militaría, videojuegos clásicos y juguetes de hojalata y PVC. La variedad y el buen ambiente profesional se citan como claves de la afluencia constante desde la apertura.
La feria continuará hasta el lunes 8 de diciembre con entrada gratuita y aspira a consolidarse como una de las propuestas culturales destacadas del Pirineo durante el puente festivo.