Julio de la Iglesia: “Todos podemos ser valientes si encontramos lo que de verdad importa”

El TEDAX y coach convierte su experiencia con explosivos en una poderosa lección de liderazgo y propósito

13 de Noviembre de 2025
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Julio de la Iglesia en el Salón de Innovación y Emprendimiento. Foto Myriam Martínez
Julio de la Iglesia en el Salón de Innovación y Emprendimiento. Foto Myriam Martínez

Todos, sin excepción, podemos ser valientes si descubrimos aquello que realmente nos importa.” Con esa reflexión, Julio de la Iglesia, TEDAX (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos), coach ejecutivo y autor del libro El miedo es de valientes, ha encendido la emoción en el Salón de Innovación y Emprendimiento, donde ha compartido su experiencia sobre cómo transformar el temor en motor de superación. Su conferencia, una combinación de vivencias reales, aprendizaje interior y mirada ética sobre el liderazgo, ha revelado el miedo como una energía capaz de impulsar el cambio y favorecer el desarrollo humano y profesional.

Durante años, Julio de la Iglesia ha convivido con el miedo en su forma más literal. Desactivar bombas no solo exige destreza técnica: requiere dominar la mente, las emociones y el pulso. De esa experiencia nace su método MC4, que define cuatro ejes -Motivación, Compromiso, Competencia y Coraje- para gestionar la incertidumbre y alcanzar la excelencia.

El miedo tiene mala fama, hasta que te salva la vida y entonces se convierte en tu aliado”, ha confesado el TEDAX, acostumbrado a tomar decisiones críticas bajo presión extrema. Su mensaje ha sido directo: el miedo no se elimina, se comprende y se gestiona. Lo importante, ha explicado, es transformarlo en energía para actuar con serenidad, propósito y responsabilidad.

Julio de la Iglesia en el Salón de Innovación y Emprendimiento. Foto Myriam Martínez
Julio de la Iglesia en el Salón de Innovación y Emprendimiento. Foto Myriam Martínez

De la Iglesia ha explicado cuál es la primera línea de defensa frente a esta emoción. “Lo primero que necesitamos para superar el miedo es un motivo, un para qué”, ha afirmado, y ha recordado que en la vida y en el trabajo las personas actúan con determinación solo cuando encuentran un propósito que compense el esfuerzo.

Con una anécdota personal, ha relatado cómo descubrió esa verdad siendo un niño: “El miedo a fracasar puede ser un gran motivador. Dejé de ser un fracaso escolar cuando conecté con mi misión: ayudar a los demás.” Desde entonces, su filosofía profesional se apoya en una premisa: el miedo se vence cuando se entiende para qué vale la pena afrontarlo.

Desde 2012, De la Iglesia ha formado a más de 300 compañías, entre ellas Google, Banco de España, Mahou San Miguel, Danone o Pfizer, ayudando a sus directivos a liderar con valentía en contextos de alta presión. En su experiencia, esta emoción es también el mayor enemigo de la innovación. “El principal factor de estrés en el trabajo es el miedo: al cambio, al fracaso o a la pérdida de poder”, ha explicado, recordando que “tener miedo es inevitable, pero superarlo es una decisión”.

Su trabajo trasciende el ámbito empresarial: ha colaborado con instituciones como la Fundación Vicente Ferrer y la Rafa Nadal Foundation, además de impartir formación universitaria en Deusto, CEU y Francisco de Vitoria.

El TEDAX ha insistido en la importancia del autoliderazgo. “Las personas no queremos ser gestionadas; queremos ser lideradas”, ha señalado, defendiendo que la responsabilidad y la coherencia personal son la base de cualquier equipo sólido.

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En su conferencia ha recordado que el coraje no es temeridad, sino acción inteligente: “El miedo es de valientes, no de insensatos ni de locos, sino de aquellos que, aun teniendo miedo, dan el paso". La diferencia entre rendirse o avanzar, ha remarcardo, radica en el nivel de compromiso y competencia con el que se enfrenta cada desafío.

Para De la Iglesia, la valentía no se mide por la ausencia de miedo, sino por la capacidad de actuar a pesar de él. Por eso defiende que el éxito profesional no depende de la suerte, sino de las decisiones y acciones tomadas bajo presión. “Si no haces lo que debes, por miedo, nadie lo hará por ti”, ha señalado.

Su mensaje final ha sido una llamada a la responsabilidad y a la esperanza colectiva: “Hoy más que nunca el mundo necesita héroes y heroínas de carne y hueso, personas honestas, comprometidas y valientes".

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