Eran aprendices. Luego electricistas noveles. En Braco. Sin estudios. Un núcleo con porvenir difuso pero determinación de hierro. Pablo, el líder, del barrio. De familia rica en ímpetu. En recursos, humilde. En 2002, unos absolutos desconocidos. Hoy, 20 años después, Levitec es una referencia empresarial en España y Pablo Lera, el presidente ejecutivo, continúa siendo un aprendiz: en cada conversación, en cada café, en cada almuerzo, capta enseñanzas de su interlocutor, las incorpora a su baúl experiencial y engrandece los conceptos y los valores de su compañía. Los 140 millones a los que aspira de facturación para este año y los 240 trabajadores en distintas sedes nacionales no son sino la consecuencia de un pensamiento coral y de políticas sociales, medioambientales y de personal brillantes, incluso transgresoras, tanto que su sala de trofeos empieza a estar repleta de conocimientos.
Aunque las oficinas de Levitec en Zaragoza estén instaladas en la Avenida Juan Pablo II, no hay milagro, sino mucho trabajo y cultivo del talento. El que se inició hace dos décadas con dos autónomos electricistas dedicados a todo tipo de instalaciones a las que se sumó un componente de ingeniería que es su valor diferencial en las áreas de negocio. Huesca está en el origen y aquí radica la central de administración, pero hoy la complejidad ha exigido la implantación, sucesivamente, en Zaragoza, Madrid, Barcelona, Lisboa y Pamplona.
Sectorialmente, de la instalación primigenia y la ingeniería consiguiente, se ha transitado hasta siete áreas fundamentales de negocio. La logística ha crecido extraordinariamente, con grandes trabajos para Amazon y Carrefour entre muchos otros clientes de tamaño considerable. La parte industrial ha servido para dotar de los frutos de su "know how" plantas como las de Veos, el Matadero de Binéfar o Expert. Y en la terciaria resaltan los hoteles en toda España como el Ciudad de Binéfar. Las renovables hoy son un área poderosa de su actividad, con 22 parques de energía con una asignación de 450 megavatios Los centros de datos constituyen una quinta línea con una expansión formidable y prometedora, gracias a su competitividad para acometer volúmenes pequeños pero de grandes rendimientos. En Autoconsumo, el objetivo era facturar 1 millón y de momento ya van en 12, con cubiertas reseñables en Bada o Gaypu. Finalmente, el mantenimiento se limita a sus propios requerimientos.
DE HITO EN HITO
Pablo Lera explica con pasión los hitos que han marcado la trayectoria de Levitec, desde su fundación en Huesca a la línea de negocio Data Center, la internacionalización en Portugal y el Premio Empresa Aragón Pyme de Ceoe-Aragón. Veinte años con un primer gran proyecto emblemático, el de la Estación Intermodal de Delicias, y la primera expansión con la apertura de la delegación de Zaragoza, con incorporación de personal técnico en ingeniería. El crecimiento era exponencial. En 2010, se integra Jaime Galindo para dirigir el Área Técnico Comercial y el impulso de la facturación conduce a una escalada sostenida. Se añaden paulatinamente nuevas actividades y a mediados de la década pasada se desarrolla la internacionalización en Europa y ya tiene delegación en Madrid, que factura 12 millones. Fundamental, ese año, la llegada de Marian Gil para priorizar el talento y la mejora continua. Se suceden distinciones como el Premio Empresa Huesca, arranca la oficina en Binéfar (donde se acomete el Matadero Litera Meat tras el Hotel Ciudad de Binéfar) y en 2020 entra en Levitec Agustín Lalaguna como CEO, el mismo ejercicio en que alcanza un acuerdo de colaboración con Forestalia. La transformación es un hecho, el parque solar fotovoltaico de Calatorao de 50 Mw es un antes y un después, se estrena la nueva sede central en Zaragoza y otra imagen corporativa, y otro galardón atestigua la nueva etapa: el Premio Talento y Empleo.

El modelo de desarrollo de la sostenibilidad contempla una prelación que empieza con los empleados, sigue con el negocio y deriva en la sociedad y el medio ambiente. Sin concesiones a la crisis por la pandemia, Levitec se ha resistido a ERTES o ERES y se ha concentrado en la seguridad y la cultura de la organización inoculada a los trabajadores, que se expresa en iniciativas como el programa de bienvenida o el de mentorizaje, el incremento del empleo femenino en 2021 en un 118 %, la normalización con personas con diversidad funcional y un admirable plan de formación y capacitación.
El fomento de los valores se refleja en los procesos de mejora continua, la fidelización de los clientes (tal y como expresan en un video en el que cogieron por sorpresa a los participantes), la consideración de los proveedores como compañeros de viaje, la solvencia económica, el Comité de Producción y la nueva imagen con una sede corporativa donde se cuidan todos los detalles para engendrar una atmósfera fructífera. Cada cómo tiene su porqué. De una conversación con Raúl Benito, de Eboca, surgió esta nueva tendencia que también se constata con el compromiso social: deporte, trabajo inclusivo, estudiantes en prácticas, patrocinio del Banco de Alimentos, compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el sello RSA+ y colaboraciones con ONG's.
Otra pata crucial es el medio ambiente, con la certificación ISO 14001 (junto a la 9001 de calidad en un sistema integrado), la construcción de parques fotovoltaicos, los proyectos de autoconsumo y eficiencia energética, el compromiso con el Bosque de los Zaragozanos, la consideración entre los 101 ejemplos empresariales #PorElClima, la reducción y compensación de la huella de carbono y el certificado Energía 100 % Verde.
LOS NÚMEROS Y EL FUTURO
Estas políticas, estas filosofías, conducen a los resultados. La cifra de negocios prevista para 2022 se aproxima a los 140 millones de euros desde los 78 de 2021 que, a su vez, dispararon los 30 de 2020. En proporción, los empleados frisarán los 240 (en estos momentos son 226) con una subida desde los 179 de 2021 y de 120 en 2020. Otros parámetros indican un paulatino aumento de trabajadoras, un altísimo porcentaje de los indefinidos y una rotación del 20 % de departamentos. El 59 % opera en el de Producción, el 16 % en la Oficina Técnica, el 13 en servicios centrales, el 8 en Dirección y el 5 en Mantenimiento. Por Áreas de Negocio, el 51 % en instalaciones eléctricas, el 15 en mecánicas, el 14 en renovables y autoconsumo y otro tanto en Servicios Centrales, por el 7 % restante en mantenimiento.
Más allá de la celebración pendiente del vigésimo aniversario, Levitec ha colocado en la pizarra de sus retos inmediatos la entrega del primer parque fotovoltaico y el primer centro de datos, la consolidación del negocio en Portugal, la digitalización con un programa de gestión (ERP) y una Plataforma de Desarrollo del Talento, la calificación como Gran Empresa porque cumplirá requisitos como una facturación superior a 50 millones, los 250 trabajadores y el servicio propio de Prevención de Riesgos Laborales, y la consolidación de su línea de compromiso social. Al final, las efemérides son huecas si no están dotadas de contenido real.
En los 6 primeros meses del año, han entrado 53 personas y han salido 9: Levitec cuida a sus trabajadores
EL MANTERO Y LOS UCRANIANOS
El alma de las empresas se desnuda en el corazón. Pablo Lera tiene un alter ego, su esposa, Mamen, que en tales cuestiones de la sensibilidad social es tan ejecutiva como su marido lo es de la compañía. En La Pineda ("Tabarnia", como recalca Pablo), conocieron a un mantero. Le compraron unas toallas y una mantita. El senegalés, ante el interés de sus clientes, les interpeló adustamente: "Todos los españoles, cuando os ponéis borrachos, siempre decís que hay que arreglar los papeles. Luego, nada de nada". Y Mamen ejerció de presidenta consorte y apeló a la generosidad de Lera. Sadio Diop, nacido el 6 de agosto de 1986, ya está regularizado y trabaja en Levitec. Como otros dos subsaharianos ya antiguos en la estructura que hoy dirigen equipos de entre treinta y cuarenta personas.
"Sólo podemos invertir en personas", asegura el presidente. De ahí el sostenimiento de la residencia para ucranianos en Alcalá de Gurrea. Confianza y honestidad, recalca Marian Gil. "Atraer talento, retener y promover". Como dice Richard Branson, hay que formar a las personas para que puedan irse y tratarlas tan bien que quieran quedarse. En los seis primeros meses de 2022, han entrado 53 personas y se han ido 9, en unos casos por traslado, en otros por jubilación. Tan sólo un par se han pasado a empresas de la competencia. Ni en esos casos hay reproche. La casuística es abrumadora. Levitec cuida a sus trabajadores. Un paradigma para los nuevos tiempos.