María Callis Bañeres, experta en diseño y estrategia en el sector comercial, ha ofrecido la conferencia “La dinamización comercial de redes como factor clave de desarrollo”. Tras explicar que, igual que las secuoyas, el comercio requiere estar junto a otros comercio, ha partido de tres grandes preguntas: el futuro del comercio, el sentido en la sociedad del siglo XXI y cuál es el impacto que importancia tiene el Congreso.
La profesional ha expuesto en el Congreso Aragonés de Comercio e Innovación de Barbastro que “es importante que establezcamos un pensamiento común: que el comercio tiene futuro. Aunque se deteriore, se empobrezca, a lo mejor aportaba más antes que ahora”. La doctora ha abogado por las “experiencias holísticas frente a la vieja economía de volumen. Hemos preferido comprar más cantidad y más barato”. Un segundo ingrediente es la digitalización, un exceso de información. La curiosidad no es una virtud, es un vicio, a su entender. Se quiere saber de todo, pero sin profundidad. El tercero es la globalización. “Podemos hacer mil cosas que hace veinte años no teníamos ni la alternativa”. Por eso, por cansancio, exige la personalización. Y el cuarto es el activismo que requiere sinergias de trabajo en el corto plazo para buscar la manera de proponer cosas nuevas.
Para atenderlo, la dinamización de redes requiere un modelo de conglomerado, trabajar en equipo compartiendo una visión, sea en Barbastro o en Barcelona. “Dentro de cada espacio hay que crear ese sueño de comerciantes y no comerciantes, una red de colaboración. Tenemos que repoblar de comercios para que Barbastro sea un destino comercial interesante”. El comercio tiene que nutrirse de estos valores. Esta visión hay que construirla. De pensar en modo asociación a empezar a pensar en modo de conglomerado: dar dimensión a tu negocio aprovechando la colaboración con empresas y todo el entorno.
Ha enumerado cuatro grandes bloques para la propuesta de valor con el paraguas del municipio: comercio, empresa, cultura y turismo/cultura/ocio. Y entre ellos hay que establecer potencia, solidez a través de la identidad, el entretenimiento y el valor del destino.
María Callis ha expuesto experiencias de un buen número de prácticas admirables, la mayoría de ellas de carácter privado. La conferenciante ha defendido que sería interesante que las administraciones fueran más activas para protagonizar estos conglomerados.
Para iniciar el proyecto comercial, hay que afrontar cuatro consideraciones: viabilidad del desarrollo comercial, impacto con atención de las relaciones institucionales, adecuación del modelo de negocio y compromiso con herramientas de comunicación para la comunidad, para crear un marco relacional y la actitud del colaboracionismo.
Sobre las tendencias, para la matriz de la dinamización comercial es básico el concepto de "phygital", ponerse en la piel del cliente para ver cuál es su viaje desde que se le ocurre una posible compra hasta que la materializa. "Trabaja tu modelo de negocio desde la perspectiva del cliente". En segundo lugar, el "videogaming" o compra digital divertida. Y tercera, la de la economía de redes, con visiones transversales que integran sectores y colaboradores con el ejemplo de Colin Huang, que empezó con venta agrícola y ahora es integral con la indusrria. Un tipo de ventas C2B (consumidor a empresa) en lugar de B2C. "Esto no es adictivo. Es asquerosamente adictivo". Pero funciona bajo la denominación de "social media", "es como jugar a la bolsa, un rol de oferta y demanda".
"Hay que trabajar en equipo, pero también de una manera más divertida", ha concluido.