La recuperación del canal de hostelería ha sido determinante para que la Denominación de Origen Somontano haya incrementado un 13 % sus ventas durante el primer semestre del año, dos puntos por encima del global de 2021 y ratificación, además, del refuerzo del posicionamiento de los vinos oscenses. En conjunto, 9 millones frente a los 8 del mismo periodo del ejercicio anterior.
La diferencia de la situación pandémica de 2021 a 2022 ha sido uno de los factores determinantes, aunque no el único. Desde el Consejo Regulador, se atisba la esperanza del acierto del Plan Estratégico que delimitaba dos conceptos sobre otros más genéricos (confianza, calidad, salud...), que son personalidad y montaña. Entre los aspectos objetivables y los emocionales, se desenvuelve la amplia gama de blancos, rosados y tintos de una Denominación que cualitativamente tiene una reputación extraordinaria en España y algunos de los mercados más exigentes del mundo.
El mercado nacional es el foco fundamental de la comercialización de los vinos Somontano, ya que absorbe entre el 70 y el 75 % de sus ventas. Una constatación del reconocimiento del principal destinatario de los desvelos de viticultores que cultivan las 4.000 hectáreas y las 30 bodegas, que no es otro que el consumidor de un segmento medio-alto, fiel a las denominaciones de origen que responden a esa demanda de excelencia. HORECA, tiendas especializadas y alimentación son estupendos prescriptores que propician el crecimiento de la Denominación de Origen.
Las bodegas del Somontano, además, llegan a más de 40 países que valoran la versatilidad de la oferta, la frescura de muchos de sus vinos y la complejidad de otros que rezuman distinción en la mesa y en las barras.