De rentas mínimas a bitcoins, las ciberestafas que afectan a víctimas humildes

Una mujer de Barcelona y un hombre de Puigcerdá explican cómo les han arrebatado miles de euros con los datos personales y de sus cuentas corrientes

22 de Abril de 2024
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Las Fuerzas de Seguridad alertan del incremento de estafas cibernéticas a vendedores
Las Fuerzas de Seguridad alertan del incremento de estafas cibernéticas a vendedores

Leyeron ambos informaciones de EL DIARIO DE HUESCA sobre ciberestafas y decidieron exponer sus casos, que están actualmente en manos de las pesquisas de los Mossos d'Esquadra y que les han supuesto un quebranto económico importante porque sus haciendas no son precisamente boyantes. Los delitos cibernéticos se acrecientan hasta tal punto que un porcentaje elevado de las informaciones que comunican los cuerpos policials tienen que ver con este tipo de criminalidad. Y no siempre es para personas con grandes recursos económico

Fátima, desde Barcelona, es la responsable del núcleo familiar del que depende su hijo de 16 años. Recibió llamadas telefónicas insistentemente y les fue dando largas. Tenía necesidad de un ingreso y le aseguraron que recuperaría una cantidad que tenían retenida, para lo que le pidieron que descargara el control remoto Anydesk. Ahí se produjo el descalabro, ya que le copiaron toda la información que estaba volcada en el ordenador. Utilizaron los datos de acceso al banco.

Fátima trabaja los fines de semana -ahora parece que ha encontrado otra ocupación más continuada, y recibía la renta garantizada de Cataluña. En la primera acción, le quitaron los 5.100 euros de este concepto. Posteriormente, 1.700 de la beca de su hijo, a lo que se añade un montante de la ayuda al alquiler. El BBVA bloqueó las cuentas. El caso está en manos de los Mossos d'Escuadra y el destrozo en la precaria economía de esta barcelonesa es de quince mil euros.

Isidre, desde Puigcerdá, tenía una TVT, una aplicación de videos de televisión y otras con las que "iba ganando puntos". Era en torno al año 2013, la época del "blockchain", como recuerda. Con las ventajas que iba acumulando, una llamada falsa en nombre de un banco le solicitó para canjearlo un proceso para recuperar las contraseñas que incluyera el DNI y el número de banco. Le pidieron que se instalara el control remoto. Pronto sufrió la sustracción de los primeros 4.000 euros, y más tarde de 135.000 euros en criptomonedas, con bancos como el lituano Revolut o el Barclays.

Actualmente, con un punto de desesperación y de preocupación por la posibilidad de haberse convertido en una "mula de dinero", está a la espera de las indagaciones de los mossos.

Es el sino rocambolesco pero tristísimo de víctimas de estafas que, involuntariamente, se convierten en inesperados instrumentos para la comisión de delitos, con lo que el riesgo se acrecienta.

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